La compañía y su filtro sanguíneo prometían una cura única para el cáncer, pero no hay evidencia clínica en humanos que respalde su efectividad para frenar o revertir la enfermedad.
Por: Laura Guio
ExThera Medical y su socio Quadrant Management promovieron un filtro sanguíneo experimental como una solución revolucionaria para el cáncer, asegurando que eliminaba células tumorales.
Sin embargo, el tratamiento carecía de respaldo científico sólido. A pesar de que la FDA sólo había aprobado el dispositivo para emergencias relacionadas con el COVID-19, las empresas lo comercializaron agresivamente como un tratamiento para el cáncer, sin evidencia de su efectividad en humanos.
El único estudio disponible, realizado en Croacia con solo 12 pacientes, no pudo verificar las afirmaciones sobre su capacidad para frenar o revertir la enfermedad.
Pese a las advertencias internas sobre los riesgos y la falta de datos confiables, ExThera y Quadrant continuaron ofreciendo el procedimiento en Antigua, fuera del alcance de la FDA, lo que llevó a la muerte de al menos seis pacientes.
Mientras algunos informaron alivio temporal del dolor, los resultados no fueron concluyentes, generando incertidumbre y desesperación entre quienes buscaron una cura en la isla.
El origen del filtro sanguíneo de extra
ExThera desarrolló un filtro sanguíneo en 2012 como parte de un concurso de la DARPA para eliminar patógenos en la sangre de soldados.
Su filtro, basado en microesferas recubiertas de heparina, fue aprobado en 2019 por la UE para tratar infecciones sanguíneas y demostró eficacia en pacientes con COVID-19.
Tras el fin de la pandemia, la empresa exploró su uso en tratamientos contra el cáncer, obteniendo buenos resultados preliminares y atrayendo una inversión de 3 millones de dólares de Alan Quasha, quien creó la filial Quadrant para distribuir el filtro en el Caribe.
Sin embargo, a principios de 2024, al comenzar un tratamiento experimental en Antigua, el equipo de ExThera encontró condiciones de la clínica inadecuadas y personal médico no cualificado.
El cirujano local realizaba procedimientos sin el equipo necesario, causando complicaciones a los pacientes, algunos de los cuales abandonaron la quimioterapia por el tratamiento experimental.
Consecuencias fatales del tratamiento en los pacientes
En abril de 2024, varios pacientes con cáncer viajaron a Antigua para recibir un tratamiento experimental con el filtro sanguíneo de ExThera.
Un caso destacado es el de Kim y David Hudlow, quienes viajaron desde Antigua a Florida en un avión privado, tras someterse David a este tratamiento experimental.
David, en fase avanzada de cáncer de esófago, luchaba por respirar mientras su esposa ajustaba los tanques de oxígeno. Desesperada por encontrar una solución, Kim había confiado en las promesas de ExThera, pero pronto se dio cuenta de que el tratamiento carecía de la efectividad prometida.
Los Hudlow, Bowen y Withey, pacientes que se sometieron al tratamiento, enfrentaron complicaciones graves: Hudlow empeoró rápidamente y murió tras ser trasladado a la Clínica Mayo.
Bowen sufrió hemorragias y Withey perdió una gran cantidad de sangre, siendo ingresado en la UCI. Los familiares comenzaron a sospechar que el tratamiento acelera la progresión de los cánceres.
Otros pacientes, como Kyle Chupp, también vieron un empeoramiento de su salud tras retrasar la quimioterapia para someterse al tratamiento.
Aunque la empresa Quadrant, responsable del tratamiento, negó que el filtro tuviera efectos negativos, muchos familiares creen que este exacerbó la enfermedad, ya que las muertes y complicaciones generaron serias dudas sobre la seguridad del tratamiento.
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