Vacunar a los niños contra la influenza no solo protege a los menores, sino que también ayuda a reducir la propagación del virus en la comunidad.
Por: Katherine Ardila
En la temporada actual, el 37% de los casos reportados de influenza en Puerto Rico corresponden a menores de 0 a 19 años. Esta cifra refleja un aumento considerable en los casos pediátricos, una tendencia que ha alarmado a las autoridades sanitarias.
El Dr. Miguel Colón, infectólogo, señala que una de las principales causas de la alta incidencia de influenza en niños es la falta de vacunación. "La razón principal de porque estamos viendo tantos casos de influenza pediátrica es porque a los niños no los están vacunando en contra de la influenza y, por lo tanto, ellos están susceptibles a esta infección", explica el experto.
La situación se agrava debido a que los niños, aunque no estén en la escuela, están en temporada de vacaciones y asisten a campamentos y otras actividades donde hay aglomeraciones, facilitando la propagación del virus.
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¿Por qué las bajas en la vacunación pediátrica contra la influenza?
A pesar de la importancia de la vacunación, hay dos razones principales por las que muchos niños no están recibiendo la vacuna contra la influenza. Primero, "los padres no están llevando a sus niños a vacunar porque están cansados de sus vacunas de COVID y todas las demás vacunas que tienen que ponerse estos niños", especula el Dr. Colón. Segundo, "cada día hay menos pediatras que vacunan en sus oficinas", lo que limita el acceso a la vacuna.
A diferencia de la situación en adultos, donde la Asociación Puertorriqueña del Pulmón y muchos neumólogos promueven la vacunación, la promoción de la vacuna para niños es más limitada. "La promoción de la vacunación en adultos sobre 65 años es algo en lo que la Asociación Puertorriqueña del Pulmón es extremadamente agresiva", señala el experto refiriéndose a que son más constantes en estas campañas de prevención.
El Dr. Colón también comenta que "los farmacéuticos a menudo encuentran más difícil vacunar a niños pequeños en comparación con adultos mayores", ya que la vacunación pediátrica requiere de habilidades especiales para manejar a los niños y sus reacciones.
¿Por qué la vacunación es una de las estrategias preventivas más importantes para la salud pública?La importancia de la vacunación es crucial, ya que la influenza puede tener consecuencias severas. El Dr.Colón recuerda el brote de H1N1 en 2009, donde "la gran mayoría de las muertes fueron mujeres jóvenes embarazadas", por esto mismo es que recalca que no solo se deben cuidar a los adultos, sino también a los jóvenes y niños ya que están bien propensos y no por ser jóvenes pueden salir sin afectaciones.
A pesar de que la mortalidad de la influenza es menor que la del COVID-19, sigue siendo una condición con alta morbilidad. "La gente ya piensa que esto no tiene alta mortalidad. Aunque la mortalidad de COVID es mucho más alta que la de influenza, esta aún sigue siendo una condición con alta mortalidad y con una morbilidad", explica el experto.
La vacuna de influenza, que se adapta cada año a las cepas predominantes en el hemisferio sur, ha mostrado ser efectiva en un 70-80% de los casos. "Se sabe que disminuye la morbilidad y mortalidad", afirma el experto. Aunque no existe una vacuna de influenza 100% efectiva, es recomendable para todos los niños mayores de seis meses.
Para prevenir la transmisión de la influenza, es crucial lavarse las manos frecuentemente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser. En climas templados, las epidemias de influenza suelen ocurrir durante el invierno, mientras que en regiones tropicales pueden aparecer durante todo el año, produciendo brotes más irregulares.
¿Cuáles son los factores o síntomas que debemos tener en cuenta en la influenza?
La influenza es una infección vírica que afecta principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, en ocasiones, los pulmones. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea, malestar general importante, tos seca, dolor de garganta y rinitis. La infección generalmente dura una semana y suele propagarse rápidamente en forma de epidemias estacionales.
Se transmite fácilmente de una persona a otra a través de gotículas y pequeñas partículas expulsadas al toser o estornudar. La mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en algunos casos, especialmente en niños pequeños, personas mayores y aquellos con afecciones médicas graves, la influenza puede conllevar complicaciones serias. Estas complicaciones pueden incluir el agravamiento de enfermedades subyacentes, neumonía o incluso la muerte.
Según la literatura médica, las personas con mayor riesgo de enfermedad grave o complicaciones por influenza incluyen a las embarazadas, los menores de 59 meses, los ancianos y los pacientes con enfermedades crónicas como cardíacas, pulmonares, renales, metabólicas, del desarrollo neurológico, hepáticas o hematológicas. También están en riesgo las personas inmunodeprimidas debido a condiciones como el VIH/sida, quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas.
El mensaje es claro: vacunar a los niños contra la influenza no solo protege a los menores, sino que también ayuda a reducir la propagación del virus en la comunidad. La recomendación es actuar con rapidez y asegurar que los niños reciban la vacuna lo antes posible para protegerlos de esta enfermedad potencialmente grave.
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