La detección temprana de la condición reduce la posibilidad de desarrollar cirrosis o cáncer de hígado.
El hígado graso continúa siendo una enfermedad crónica que actualmente es objeto en el aumento de protocolos clínicos para su investigación que redunde en armas científicas para la detección y tratamientos certeros.
Dr. José Ginel Rodríguez, decano de Ciencias de la Salud de la Escuela de Medicina San Juan BautistaYizeth Arellano
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Aunque la detección temprana de la condición reduce la posibilidad de desarrollar cirrosis o cáncer de hígado, en entrevista con Medicina y Salud Pública, el Dr. José Ginel Rodríguez, subinvestigador en FDI Clinical Research, puntualizó tal cual lo han venido advirtiendo otros médicos puertorriqueños que en los próximos años esta condición podría convertirse en la razón número uno de trasplante de hígado.
El doctor, explicó que el hígado graso es bastante común, y básicamente se refiere a un grupo de condiciones donde se acumula grasa en el hígado, en personas que no necesariamente ingieren alcohol.
El especialista indicó que es de suma importancia que médicos primarios y especialistas conozcan y refieran a estos pacientes a que sean evaluados, debido a las implicaciones que pueden poner en riesgo la vida del paciente por su posible desarrollo acelerado y silencioso.
El doctor Ginel Rodriguez indicó que a esta condición no se le había dado importancia como ahora, y los científicos se han dedicado a estudiarla, ya que se ha identificado como la enfermedad no alcohólica del hígado graso. Este concepto se subdivide en hígado graso y esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) considerada la condición más seria de esta clasificación.