Dos de cada tres es el 66,7 por ciento, de ahí el rango de 60 a 70 por ciento para la inmunidad de rebaño.
Yizeth Arellano
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Luego de la llegada de la vacuna para el COVID-19, los especialistas reconocen la importancia de lograr como meta la inmunidad de rebaño. Al comienzo de la pandemia, la cifra que mencionaron varios epidemiólogos para lograr la inmunidad del rebaño es del 60 al 70 por ciento y la Organización Mundial de la Salud coincide con ese porcentaje.
Un artículo publicado recientemente por el diario New York Times evalúa lo que es la inmunidad de rebaño y por qué varía considerablemente la estimación que se necesitaría de personas vacunadas para lograrlo. El análisis indicó que Anthony Fauci, asesor tanto del gobierno de Donald Trump como del entrante John Biden, aumentó paulatinamente su estimación en cuanto a la inmunidad de rebaño.
En los primeros días de la pandemia, Fauci coincidía con la mayoría de los expertos y decía que sería posible del 60 al 70 por ciento. Sin embargo, hace un mes aproximadamente indicó que podría ser superior, y que se podría ubicar entre “70, 75 por ciento” . Y posteriormente, en entrevista con CNBC News, indicó que sería “75 a 80 por ciento”.
En Puerto Rico, por su parte, la Dra. Antonia Coello Novelo indicó que para conseguir la inmunidad de ganado o de rebaño se necesitaría de un 60 a un 70% de personas vacunadas. “Lo que me interesa es que nos vacunemos de un 60 a un 70% para tener inmunidad de ganado, y más que nada podamos volver a vivir. Cierto que tendremos que vivir con la mascarilla un poco más, y el distanciamiento y lavarnos las manos mientras logramos la inmunidad total de la vacuna. En ausencia de eso cuando llegue el otoño del 2021 se espera que nuestra vida volverá a la normalidad”
Fauci explicó que el cambio en la meta para conseguir la inmunidad de rebaño se ha movido como meta de manera gradual, pero deliberada. Ya que a su juicio se necesita cerca del 90 por ciento de inmunidad para detener el virus, casi tanta como la que se necesita para detener un brote de sarampión.
Fauci y algunos epidemiólogos destacados indicaron que el rango inicial de 60 a 70 por ciento fue casi sin duda demasiado bajo y el virus se está volviendo más transmisible, por lo que se necesitará una mayor inmunidad grupal para detenerlo.
Fauci indicó hace semanas que había dudado en elevar públicamente su estimación porque muchos estadounidenses dudan de las vacunas, y que tendrían que aceptar casi de manera universal para que el país pueda alcanzar la inmunidad de rebaño.
El experto explicó que aceptar el 90% como cifra necesaria para la inmunidad de rebaño podría ser desalentador para los estadounidenses porque no está seguro de que haya suficiente aceptación voluntaria hacia las vacunas para alcanzar ese objetivo. Aunque en las encuestas, la aceptación de las vacunas ha subido y bajado este año, varios de los sondeos actuales sugieren que alrededor del 20 por ciento de los estadounidenses dice no estar dispuesto a aceptar ninguna vacuna según reseñó el New York Times.
David M. Morens, el asesor principal de Fauci en epidemiología del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas indicó que las únicas medidas de inmunidad de rebaño verdaderamente precisas se logran en rebaños reales y provienen del estudio de virus animales como la peste bovina y la fiebre aftosa.
El proceso de inmunización asociado a esta terminología es posible cuando el ganado está encerrado en corrales, donde es posible y fácil medir la rapidez con la que una enfermedad se propaga de un animal a otro. En el caso de los humanos es diferente por el movimiento, y eso hace más difícil estudiar la propagación de enfermedades entre las personas.
Los expertos en salud señalaron que la hipótesis original, de que se necesitaría entre un 60 y un 70 por ciento de inmunidad para detener la enfermedad se basó en los primeros datos de China e Italia.
El diario detalló que los epidemiólogos que observaron la rapidez con que se duplicaron los casos en esos brotes calcularon que el número básico de reproducción del virus o R0 (a cuántas nuevas víctimas infectó cada portador) era de alrededor de 3. Así que dos de cada tres víctimas potenciales tendrían que hacerse inmunes antes de que cada portador infectara a menos de una. Cuando cada portador infecta a menos de una nueva víctima, el brote se extingue poco a poco.
Dos de cada tres es el 66,7 por ciento, de ahí el rango de 60 a 70 por ciento para la inmunidad de rebaño.
Christopher J.L. Murray, director del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington afirmó que hay un estudio que confirma esta idea y que fue realizado por el ejército francés sobre la tripulación del portaaviones Charles de Gaulle, que registró un brote a finales de marzo.
El estudio reseñado por el New York Times encontró que 1064 de los 1568 marineros a bordo del portaaviones (lo que representa cerca del 68%) habían salido positivos en la prueba del virus. Sin embargo, el navío regresó al puerto cuando el brote estaba en curso y la tripulación entró en cuarentena, por lo que se desconoce si el virus había terminado de infectar a los nuevos marineros incluso después de que el 68 por ciento lo hubiera contraído.
Los brotes a bordo de los barcos son modelos deficientes para los que están en tierra porque, como plantea la teoría de la inmunidad de rebaño, las infecciones se mueven mucho más rápido en los espacios cerrados de un barco que entre la población civil que se mueve libremente, según Natalie E. Dean, bioestadística de la Universidad de Florida.
Es importante destacar que las primeras estimaciones de Wuhan e Italia se revisaron posteriormente y aumentaron, una vez que los científicos chinos se dieron cuenta de que habían subestimado el número de víctimas de la primera ola de contagios. Después de dos meses aproximadamente pudieron conocer con certeza que había muchas personas asintomáticas que también transmitieron el virus.
Luego de estudiar los datos, los expertos indicaron que quedó más claro posteriormente que los “eventos de super propagación”, en los que un individuo infectado puede contagiar a decenas o incluso cientos de personas, desempeñaron un papel importante en la propagación de la COVID-19. En especial, en poblaciones que no cambian su dinámica de relación humana, y en las que nadie usa máscaras y todos asisten a eventos como fiestas, torneos de baloncesto o espectáculos de Broadway, pueden elevar el número de reproducción a 4, 5 o incluso 6, dijeron los expertos. En consecuencia, esos escenarios exigen una mayor inmunidad colectiva; por ejemplo, con un R0 de 5, más de cuatro de cada cinco personas, o el 80 por ciento, deben ser inmunes para ralentizar el virus.
El artículo del New York Times, también indica que un consenso creciente entre los científicos de que el propio virus se está volviendo más transmisible. Una variante de la “cepa italiana” con la mutación conocida como D614G se ha propagado mucho más rápido que la variante original de Wuhan. Recientemente, se identificó en el Reino Unido, en Sudáfrica y en algunos otros países una mutación reciente, conocida como N501Y, que puede hacer que el virus sea aún más infeccioso.
Por lo tanto, los expertos enfatizan en que, cuanto más transmisible es un patógeno, más personas deben hacerse inmunes para detenerlo.
Morens y Lipsitch coincidieron con Fauci en que el nivel de inmunidad grupal necesario para detener la COVID-19 podría ser del 85 por ciento o más.
Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades no hay ningún estimado específico acerca de este tema para la inmunidad de rebaño y portal web solo dicen que: “los expertos no lo saben”.