La inflamación de las enfermedades reumatológicas no solo se presenta en las articulaciones, sino en los demás órganos del cuerpo, pudiendo afectar su funcionamiento.
Por: María Camila Sánchez
El término de artritis no solo engloba el dolor y la inflamación de las articulaciones, sino también otro tipo de condiciones como lo es el lupus y otros desórdenes del tejido conectivo que involucran la piel y otros órganos.
El doctor Oscar Soto Raíces, reumatólogo y director de Mindful Rheumatix y del centro de investigación clínica Mindful Medical Research y presidente de la Fundación FER, afirmó que “las condiciones que vemos en reumatología, aún en las artritis inflamatorias, tienen consecuencias o envolvimiento en otros sistemas, como lo puede ser la piel, los vasos sanguíneos, el corazón, el pulmón y el riñón. Por lo tanto, no siempre estamos hablando de un solo sistema afectado”.
En reumatología se habla mayormente del sistema musculoesquelético, pero sí hay afectaciones en otras partes del cuerpo, de modo que para el experto es importante poder reconocer estas condiciones, diagnosticarlas tempranamente e iniciar con el tratamiento más adecuado lo más pronto posible, de esta manera prevenir la evolución y progresión de estas enfermedades.
“La inflamación crónica hace que el tejido se dañe, y por ende ocurre la deformidad”.
Lupus: incidencia y afectación en el organismo
El lupus es una condición muy poco entendida, ya que afecta a una cantidad considerable de órganos, razón por la cual tiende a confundirse con malignidad, cáncer y otras patologías, pues se manifiesta en la piel, en las coyunturas de las articulaciones, el tejido conectivo, entre otros. El diagnóstico suele ser bastante complejo, pues no siempre se presenta de la misma manera en todos los pacientes.
Lo cierto es que la artritis y las lesiones de la piel son los síntomas más comunes de esta condición. También, pueden llegar a presentar fatiga, inflamación y/o dolor en las articulaciones, erupciones cutáneas y fiebre en los distintos niveles de gravedad. Adicional a esto, puede haber sensibilidad al sol, hinchazón de las piernas, úlceras en la boca, glándulas inflamadas e incluso, pérdida de cabello.
Para poder dar al paciente un resultado más certero y objetivo, los especialistas buscan alrededor de 11 criterios, y conforme a la salud del paciente, si 4 de esos criterios son positivos se va diagnosticando la condición para poder tratarlo adecuadamente.
“Un paciente puede presentar inflamación alrededor del corazón, inflamación alrededor del pulmón o inflamación en el riñón. Además, puede presentar problemas musculares, por ello, la variedad de síntomas es bastante inespecífica y se presenta en distintos tipos de persona”, explicó el experto.
Esta condición puede afectar a cualquier persona, pero es más frecuente en las mujeres. Tanto así, que estudios recientes han demostrado que nueve de cada diez adultos que padecen esta enfermedad son mujeres. Adicionalmente, se ha tenido alto registro de que esta enfermedad en población afroamericana e hispana.
Los riesgos más graves para la salud derivados de esta condición, son la enfermedad cardiovascular, la enfermedad renal y el accidente cerebrovascular. Además, las personas con lupus tienen especialmente mayor riesgo de presentar aterosclerosis.
En algunas personas, la inflamación puede observarse en el mismo corazón (miocarditis y endocarditis) o en el tejido que lo rodea.
“Si estamos hablando del pulmón o de algún órgano como el riñón, esta inflamación persistente puede dañar de forma permanente la función de este órgano, por lo tanto, es importante que nosotros podamos reconocer estas cosas a tiempo, y poder tratarlas temprano”.
¿Qué opciones de tratamiento tienen los pacientes?
No existe una cura definitiva para la enfermedad, pero por lo general el tratamiento dirigido para esta enfermedad tiene como objetivo prevenir y evitar los brotes, reducir el daño a los órganos y otro tipo de complicaciones, además de reducir la inflamación, fortalecer el sistema inmunitario, brindar al organismo un equilibrio hormonal y reducir el daño articular.
Puede ser necesario que los pacientes deban tratar de aminorar los síntomas del lupus desde las diferentes especialidades médicas, como la reumatología, inmunología, nefrología, hematología, dermatología, cardiología y endocrinología para controlar las distintas alteraciones que puedan presentarse en el organismo como consecuencia de la enfermedad.
Vea la entrevista:
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