En cuanto a la seguridad de los medicamentos durante el embarazo, algunos fármacos utilizados para tratar enfermedades reumatoideas pueden ser recetados de forma segura.
Por: María Camila Sánchez
Cuando se enfrenta a una enfermedad reumatoidea, como la artritis psoriásica, planificar una familia puede presentar desafíos únicos. Barbara Bohannan, defensora de pacientes de la Asociación Sueca de Psoriasis, compartió su experiencia en el Congreso Anual Europeo de Reumatología (EULAR) celebrado recientemente en Milán.
Bohannan destacó que su artritis psoriásica empeoró considerablemente después de dar a luz a su primer hijo, una situación que no es infrecuente. Durante 25 años vivió con la enfermedad hasta que encontró a un reumatólogo que entendía su condición y se preocupaba por sus necesidades.
Antes de recibir tratamiento para su artritis psoriásica, las actividades diarias que la mayoría de las personas dan por sentado eran imposibles para Bohannan. No podía atarse los cordones de los zapatos, vestirse adecuadamente e incluso recoger a su hija del colegio. Estos desafíos afectan especialmente a las mujeres, ya que los estudios sugieren que tienen una mayor carga y peor función en comparación con los hombres.
Impactos negativos de la enfermedad reumatoidea
La enfermedad reumatoidea también puede tener un impacto negativo en la salud sexual de las mujeres jóvenes, aunque rara vez se discute este tema con los médicos, lo que puede plantear dificultades para aquellas que planean tener hijos.
"Enfrentarse a una enfermedad crónica en etapas tempranas de la vida implica enfrentar una serie de desafíos diferentes", afirma Bohannan. "Mis necesidades a los 15 años, a los 35 como madre primeriza y ahora a los 48, son completamente distintas. La escuela, la pubertad, el trabajo y el embarazo son variables con las que todos debemos lidiar diariamente".
Durante el embarazo, las enfermedades reumatoideas tienden a empeorar
Durante el embarazo, las enfermedades reumatoideas tienden a empeorar. La artritis se activa en aproximadamente el 25% de los embarazos y las espondiloartropatías en alrededor del 50%. Esto puede aumentar el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.
En cuanto a la seguridad de los medicamentos durante el embarazo, algunos fármacos utilizados para tratar enfermedades reumatoideas pueden ser recetados de forma segura antes y durante esta etapa. Según una revisión realizada por la Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR), medicamentos como la cloroquina, la hidroxicloroquina, la sulfasalazina, la azatioprina, la ciclosporina-A, el tacrolimus y la colchicina pueden seguir administrándose para mantener la remisión o tratar los brotes de la enfermedad reumatoide.
Precauciones en el embarazo
Sin embargo, existen precauciones y ciertos medicamentos que deben evitarse. Por ejemplo, el metotrexato, el micofenolato mofetilo y la ciclofosfamida han demostrado ser teratogénicos y deben suspenderse antes del embarazo. Algunos inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF) solo se deben administrar en el primer trimestre.
La información sobre la seguridad de los nuevos fármacos biológicos durante el embarazo es limitada, y se necesitan más estudios al respecto. Es importante que la comunidad médica se mantenga actualizada y brinde orientación adecuada a las pacientes.
Comprender la transmisión de las enfermedades reumatoides a los hijos es un desafío debido a la necesidad de observación continua hasta la edad adulta. Sin embargo, los datos de registros nacionales de diversos países indican que los niños nacidos de padres con enfermedades reumatoideas tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades autoinmunes no reumáticas, enfermedades alérgicas y asma, pero no hay un aumento en la tasa de enfermedades autoinmunes reumáticas.
Pruebas previas
En general, se recomienda que todas las pacientes con enfermedades reumatoideas se sometan a pruebas sencillas para detectar anticuerpos asociados a estas enfermedades y que pueden afectar el resultado del embarazo.
Finalmente, se destaca la importancia de la atención postnatal para las mujeres con enfermedades reumatoideas. El 46% de las pacientes experimenta una reagudización de la enfermedad después del parto, y es necesario abordar este aspecto junto con la lactancia mientras se toman medicamentos anti-TNF.
En resumen, planificar una familia cuando se padece una enfermedad reumatoidea implica considerar los desafíos que esta condición puede presentar durante el embarazo y la crianza de los hijos. Es fundamental contar con el apoyo de profesionales de la salud especializados y mantenerse informado sobre los tratamientos seguros disponibles, así como realizar un seguimiento adecuado antes, durante y después del embarazo para garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé.
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