Los investigadores ahora están examinando tejido de biopsias para ver si existen diferencias entre las dos condiciones en los procesos de atrofia muscular.
Por: María Camila Sánchez
Un equipo multidisciplinario integrado por profesionales de varios países, buscan nuevas opciones para detectar y tratar a tiempo la sarcopenia en pacientes reumáticos por su alta prevalencia.
La idea con los Staphylococcus aureus resistente a la meticilina es mejorar el crecimiento de ciertos tejidos, como los músculos, pero sin causar efectos secundarios en otros tejidos, ya que la sarcopenia tiene una alta prevalencia en pacientes con enfermedades autoimunes.
Recientemente, este grupo de investigadores descubrió que un bloqueador del receptor de miostatina / activina tipo II, bimagrumab, aumenta la masa magra, pero sin mejorar la función física o la velocidad de la marcha.
"Aun así, el enfoque en mejorar la sarcopenia es un desarrollo alentador. Hay nuevas terapias en trámite, seamos optimistas y esperemos que en el futuro tengamos muchas opciones para estos pacientes", dijo Joshua Baker, MD, profesor asociado de medicina en la Universidad de Pensilvania, Filadelfia, Pensilvania.
Por ahora, el entrenamiento de resistencia sigue siendo la mejor manera de abordar el problema. Sin embargo, la necesidad de tener acceso a entrenadores, equipos y gimnasios, así como la presencia de comorbilidades, puede dificultar el ejercicio, dijo. Además, no se ha encontrado que los suplementos nutricionales de rutina, como la vitamina D, mejoren los resultados, anotó.
La gran cantidad de personas con sarcopenia debería hacer que la búsqueda de mejores inventos sea una prioridad, sugirió Maria Lorena Brance, MD, PhD, profesora de medicina en la Universidad Nacional de Rosario, en Argentina.
"La prevalencia de la sarcopenia es muy alta en las enfermedades autoinmunes, con una representación entre el 20% y el 30%, según la patología. Por eso es muy importante estudiar la presencia de sarcopenia", dijo Brance.
Abordar el problema de la masa muscular reducida, que experimentan muchos pacientes con enfermedades reumáticas, debido en parte a los procesos de inflamación y al dolor que interfiere con el ejercicio, contribuirá a mejorar los resultados, ya que la masa magra y la masa grasa están relacionadas con la discapacidad y mortalidad temprana, explicaron.
La elamipretida, que actúa estabilizando las vías mitocondriales que se interrumpen en personas con sarcopenia, en particular aquellas con trastornos mitocondriales, podría ser la más prometedora de las terapias que se están desarrollando. En un estudio publicado el año pasado, los pacientes con miopatía mitocondrial experimentaron una mejora significativa en la velocidad de la marcha, la fatiga y la función física después de 4 semanas, dijo Baker.
Es "un enfoque interesante y emocionante sobre el que necesitamos ver más estudios en el futuro", dijo.
Los estudios de moduladores selectivos del receptor de andrógenos (SARM), que son similares a los esteroides anabólicos, pero solo se dirigen a ciertos receptores de andrógenos para prevenir efectos secundarios, han sido decepcionantes, dijo Baker.
Xavier Ricardo, MD, PhD, profesor de la Universidad Federal de Río Grande, en Brasil, sugirió que la sarcopenia puede diferir de lo que se ve a simple vista. En su hospital, los investigadores están estudiando la sarcopenia en pacientes con esclerosis sistémica y han encontrado que en alrededor del 20% al 25% de los pacientes, está presente en niveles similares a los que se presentan en pacientes con artritis reumatoide.
Los investigadores ahora están examinando tejido de biopsias para ver si existen diferencias entre las dos condiciones en los procesos de atrofia muscular.
"Hasta ahora, estamos un poco sorprendidos. Esperábamos tener más sarcopenia en estos pacientes, porque se ven más frágiles, a veces más caquéxicos”, precisó Ricardo.