Los calambres suelen ser dolores molestos que aparecen cuando menos se espera y el potasio juega un papel importante en ello.
Cuando hablamos de calambres, tenemos que remitirnos directamente al trabajo que hacen nuestros músculos, los cuales se contraen y relajan a voluntad. Ahora, cuando uno o más de estos músculos se contraen repentinamente de forma involuntaria, lo llamamos espasmo muscular. Si el espasmo es intenso y persistente, lo llamamos calambre.
Dicha contracción muscular repentina, no intencionada y muy dolorosa puede durar desde unos segundos hasta varios minutos. Pueden presentarse en cualquier momento del día y sin aviso previo Además, la aparición de estos calambres, depende de ciertos criterios.
Los calambres musculares son extremadamente comunes. Se estima que hasta el 95% de las personas los experimentan en algún momento de sus vidas. Son más comunes en adultos que en niños y se vuelven más frecuentes a medida que el individuo envejece.
¿Por qué se presentan?
Se cree que la causa básica del calambre es una hiperexcitación de los nervios que estimulan los músculos, como por ejemplo la actividad física vigorosa, deshidratación, algunas veces durante el embarazo, trastornos hidroelectrolíticos, una fractura ósea, alteraciones metabólicas (diabetes), enfermedades neurológicas (Parkinson), insuficiencia venosa, obesidad, actividad física, entre otras.
Además, mucho se comenta sobre depleción de potasio como causa de calambres. En realidad, la hipopotasemia (bajos niveles sanguíneos de potasio) puede causar contracciones involuntarias, sin embargo sus principales síntomas son la debilidad y la parálisis muscular.
El potasio es uno de los electrólitos del cuerpo, es decir, minerales que llevan una carga eléctrica cuando se encuentran disueltos en los líquidos corporales como la sangre. El potasio es necesario para que las células, los músculos y los nervios funcionen de forma adecuada.
¿Qué trae consigo esta insuficiencia de potasio?
Las causas son muy diversas, pero suele deberse a vómitos, diarrea, trastornos de las glándulas suprarrenales o ingesta de diuréticos.
La hipopotasemia provoca que los músculos se debiliten, experimentan calambres o sacudidas o incluso se paralicen, además de dar lugar a arritmias.
El diagnóstico se basa en los valores de la concentración de potasio obtenidos en los análisis de sangre.
Por lo general, es suficiente con comer alimentos que contengan potasio o tomar suplementos de potasio por vía oral.
Causas de la hipopotasemia
Normalmente, la concentración de potasio disminuye cuando se pierde demasiada cantidad de este mineral en el tubo digestivo (debido a vómitos, diarrea o uso excesivo de laxantes).
A veces, se elimina demasiado potasio en la orina, debido, sobre todo, a la ingesta de fármacos que incitan a los riñones a que eliminen demasiado sodio, agua y potasio (diuréticos).
En muchos trastornos suprarrenales, como en el síndrome de Cushing, las glándulas suprarrenales producen demasiada aldosterona, una hormona que provoca que los riñones excretan grandes cantidades de potasio.
Ciertos fármacos (como la insulina, el albuterol y la terbutalina) favorecen que el potasio se desplace de la sangre al interior de las células, lo que resulta en hipopotasemia. Sin embargo, la hipopotasemia causada por estos fármacos suele ser temporal, a menos que otra enfermedad también provoque la pérdida de potasio.
Es muy poco frecuente que la hipopotasemia sea el resultado de ingerir una cantidad insuficiente de potasio, ya que son muchos los alimentos que lo contienen (como las judías, las verduras de hoja verde oscura, las patatas, el pescado y los plátanos).
Síntomas de la hipopotasemia
Si la disminución en la concentración sanguínea de potasio es leve, no suele haber ningún síntoma, pero si la disminución es mayor, puede producir debilidad muscular, calambres, sacudidas e incluso parálisis.
Si la hipopotasemia se mantiene durante un tiempo prolongado, pueden aparecer problemas renales, que hacen que la persona tenga que orinar con frecuencia y beber grandes cantidades de agua.
Tratamiento de la hipopotasemia
Cuando se identifica un trastorno causante de la hipopotasemia, se procede a su tratamiento en el que por lo general, el potasio se puede reponer tomando suplementos por vía oral. Dado que este mineral puede irritar el tubo digestivo, los suplementos deben tomarse en dosis pequeñas varias veces al día junto con los alimentos.
Claro está, para tratar más rápidamente la hipopotasemia, el potasio se administra por vena (por vía intravenosa), bajo ciertas situaciones en las que las concentraciones de potasio son muy bajas y se provoca una arritmia, o que la administración por vía oral no fue efectiva, y cuando se sigue perdiendo potasio a pesar de los suplementos.
Una buena hidratación y cambios alimenticios benefician el control de potasio en el cuerpo, el consumo de frutas y vegetales es primordial por su alta concentración del compuesto. Además, en caso de calambres, lo recomendable es realizar masajes para estimular la relajación muscular y hacer estiramientos antes o después de actividades que requieran de esfuerzo físico.
En el momento de los calambres, no es necesario tomar ningún medicamento. Una vez que el calambre haya desaparecido, solo hidrátate y descansa para evitar recaídas.
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