Las personas que han tenido que enfrentar la pérdida de un ser querido a causa del COVID-19, o por algún suceso aterrador como accidentes automovilísticos, entre otros eventos traumáticos y aterradores, tienen mayor riesgo de padecer el trastorno por estrés agudo, una patología de salud mental con gran prevalencia actualmente.
César Fuquen Leal
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Las personas que han tenido que enfrentar la pérdida de un ser querido a causa del COVID-19, o por algún suceso aterrador como accidentes automovilísticos, entre otros eventos traumáticos y aterradores, tienen mayor riesgo de padecer el trastorno por estrés agudo, una patología de salud mental con gran prevalencia actualmente.