Tratamientos psicológicos dependen de la etapa en la que se presenten los síntomas asociados a trastornos comunes derivados de la enfermedad
Por: María Camila Sánchez
El tratamiento con cáncer no solamente requiere un enfoque físico, sino también mental, así lo ha hecho saber la psicóloga clínica, la doctora Lorelei Sandoval, quien fue parte del panel de expertos en un conversatorio organizado por la Revista de Medicina y Salud Pública.
La experta enfatiza en que, contrario a lo que se cree, no todos los pacientes requieren de una atención psicológica tan pronto reciben su diagnóstico o inician el tratamiento, sino que en muchas de estas personas, las señales de alerta asociadas a la ansiedad o a la depresión inician una vez han terminado de recibir el tratamiento.
“Es como que se detienen por un momento, miran hacia atrás y les parece que todo ha pasado tan rápido que no tuvieron la oportunidad de reaccionar emocionalmente en el instante, pero sí lo hacen más adelante”, explicó.
La especialista explica que de la etapa del proceso de recuperación física, en la que se presenta esta reacción emocional de los pacientes, depende el tratamiento a seguir, pues hay factores sintomatológicos que varían conforme a estos ciclos, por ende el tratamiento debe ser distinto.
Adicional a esto, la experta es enfática en aclarar que si bien el cáncer se manifiesta en el cuerpo de solo una persona, la afectación va mucho más allá de ese paciente, pues se involucran familiares y conocidos que también llegan a requerir una orientación profesional para afrontar los cambios por los cuales atraviesan en ese momento, y los que tendrán en un futuro.
“Esto depende de la persona, su circunstancia de vida, edad, etapa de desarrollo, pero ciertamente una enfermedad como el cáncer afecta, no solo al paciente, sino a los allegados de la persona (...) nosotros proveemos servicio a sus cuidadores y a sus familiares”.
Cambios a nivel clínico ocasionados por la llegada de la pandemia
Desde la llegada del COVID-19 la situación ha cambiado muchas cosas, especialmente para los pacientes de enfermedades crónicas como el cáncer. Más aún, si tenemos en cuenta que muchos de ellos permanecen largos periodos de tiempo hospitalizados y sin algún tipo de acompañamiento, más que virtual.
“Estar hospitalizado trastoca la cotidianidad de todas los pacientes, y sus allegados. El COVID ha limitado las visitas, afectando mucho más a los pacientes restringidos y esto aumenta la sensación de soledad y de tristeza”, argumentó. “Hay que mantener un balance entre el cuerpo, la mente y el espíritu para estar sanos y poder enfrentar situaciones retantes. Poniendo esto en práctica, lograremos una optimización y adherencia al tratamiento mucho más efectiva para continuar con la vida”.
Lo cierto es que la pandemia aumentó los síntomas de trastornos como la depresión y la ansiedad en pacientes que nunca antes habían tenido un diagnóstico de estas condiciones, y exacerbó las señales de alerta en aquellos que ya se encontraban en tratamiento profesional para sobrellevar sus condiciones.
“He escuchado por ahí que la siguiente pandemia va a ser de estrés postraumático y, en efecto, no lo dudo”, aseguró la experta.
Este aumento de casos, especialmente de ansiedad, está relacionado con el temor que se ha generado en las personas por salir de casa y permitir que otros interactúen con terceros por el miedo a contagiarse, sin embargo, la doctora Sandoval asegura que es necesario realizar una transición lenta hacia la convivencia con precaución aún en tiempos de COVID-19.
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