Cuando hablamos de bipolaridad, hablamos de un desbalance químico en el cerebro. Por eso es importante la farmacoterapia y terapia psicológica, para apoyar al paciente a afrontar el día a día.
Por: Katherine Ardila
El trastorno bipolar es una condición de salud mental caracterizada por cambios extremos en el estado de ánimo, alternando entre períodos de depresión profunda y episodios de manía o hipomanía. El Dr. Marcos Reyes, psicólogo y director del departamento de psicología clínica de la Universidad Carlos Albizu, ofrece una visión detallada sobre esta compleja enfermedad.
"Cuando hablamos de un trastorno Bipolar, hablamos de un trastorno que está caracterizado por cambios extremos en el estado de ánimo, la persona experimenta un estado de depresión por un periodo prolongado y también experimenta lo que sería lo opuesto, un ánimo elevado que conocemos como un estado de manía o de hipomanía" explica el Dr. Reyes. Estos cambios drásticos pueden incluir síntomas como alta energía, pensamientos incontrolables, y dificultades para dormir, en casos extremos personas permanecen despiertas durante 24 o 48 horas.
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Episodios maníacos
Durante un episodio maníaco, la funcionalidad del individuo se ve gravemente afectada. "La funcionalidad de la persona en ese momento de mucha expansión, se ve afectada porque muchas de las cosas que se propone no tienen organización, muchas veces comienzan algo y no pueden terminarlo por esta misma razón," añade el Dr. Reyes.
La etapa maníaca puede estar acompañada de pensamientos delirantes y, en algunos casos, alucinaciones, lo que puede llevar a una confusión diagnóstica con trastornos como la psicosis. "Es crucial una evaluación mental exhaustiva para un diagnóstico preciso. La manía puede durar dos o tres días, afectando la funcionalidad de la persona, lo que hace necesario un tratamiento inmediato," subraya el especialista.
¿Los episodios de hipomanía pueden llevar a comportamientos violentos?El Dr. Reyes aclara que aunque en raras ocasiones puede darse con episodios de violencia, no es típico del trastorno bipolar y no se debe estigmatizar a quienes lo padecen. "No debemos pensar que una persona que tiene un trastorno bipolar es agresiva o debemos tenerle miedo, porque la verdad es que no."
Existen dos tipos principales de trastorno bipolar: Tipo 1 y Tipo 2. En el trastorno bipolar tipo 1, la manía es severa y puede requerir hospitalización, mientras que en el tipo 2, la hipomanía es menos intensa y no requiere hospitalización, En cuanto al trastorno bipolar tipo 2, los episodios depresivos mayores son esenciales para el diagnóstico, mientras que en el tipo 1, pueden o no estar presentes.
El trastorno bipolar tiene una predisposición genética
La condición tiene una fuerte predisposición genética y puede ser hereditaria, sin embargo, " estos factores hereditarios se combinan con otras situaciones de la persona, traumas, abuso, estrés y factores sociales" comentó el experto. "Una persona que ha sido debidamente diagnosticada, puede vivir funcionalmente con un tratamiento entre fármacos y terapia psicológica... lo que queremos es que sienta bienestar en su vida".
Esta condición es comúnmente diagnosticada en la adultez temprana, entre los 17 y 35 años. Con el diagnóstico adecuado y el tratamiento apropiado, puede mantener la estabilidad del paciente durante períodos prolongados, permitiendo que viva una vida satisfactoria y exitosa. concluye el Dr. Reyes.