Las consecuencias de la violencia, varían en cada caso, pero no en todos están relacionados con aspectos como la salud mental, algunos tienen un origen social.
Por: Pedro Felipe Cuellar
El Dr. Ángel Alemán, neuropsicológo especialista en trauma, afirma que un, “30 % de los jóvenes que experimentan o son sobrevivientes a estos tiroteos masivos terminar quitándose la vida”, haciendo un llamado sobre la necesidad de apoyo, acompañamiento y seguimiento a cada uno de los procesos de reintegración a la cotidianidad, una vez son víctimas o vive un acto violento de cualquier índole, en su vida.
Teniendo en cuenta los diversos actos violentos que se han presentado en el territorio norteamericano, es necesario conocer el perfil de los atacantes, sus motivaciones, facilidades a la hora de adquirir armas, y muy importante saber su estado en salud mental.
Pero hay que tener claro que no todos los perpetradores de actos violentos, tienen un diagnóstico relacionado con un desorden o trastorno mental, algunos de estos están siendo impulsados por sentimientos de odio, la xenofobia, el racismo o la homofobia, que no son componentes psicopatológicos que actualmente no se trabajan con terapia.
Hay muchos factores que influyen en los comportamientos y las razones por las cuales jóvenes realizan estas actividades en contra de otro ser humano, y se ha logrado identificar como un factor principal la venganza, ya sea generalizada o dirigida, “además de la necesidad de mostrar notoriedad, puesto que una vez se comete el acto, estos dejan desarrollados manifiestos y planes de la forma en la que lo hicieron”, sostuvo en exclusiva con la MSP el Dr. Ángel Alemán.
El sentimiento de venganza puede venir del manejo inadecuado de las emociones y la frustración, así mismo, la Dra. Delmara Rivera, psicóloga, afirma que el perfil sicológico obtenido mediante el estudio efectuado a 166 casos de masacres en Estados Unidos, en el libro “The Violence Proyect” determina que un 48 % de los asesinos sufrieron traumas severos en la infancia, víctimas de violencia doméstica, abuso sexual y bullying o acoso académico, y el 30 % de estas personas obtuvieron las armas para realizar estos actos, semanas o meses antes de comer el crimen.
Según la experiencia en la atención de menores y los casos atendidos, el Dr. Ohel Soto, psicólogo, afirma que estas personas desarrollan, “crisis emocionales, días o semanas antes, de realizar estos actos.”, quién también explica, que estos casos de violencia no son un problema de salud mental, son el reflejo de una dificultad social, “Hay que tener cuidado en decir que la salud mental causa estos eventos, si hay perfiles de bullying, de trauma o estrés, que se pueden reflejar desde pequeños”
Aun así, el origen de estos actos, radiquen en el reflejo de la sociedad actual, se debe tener en cuenta que hay perfiles psicológicos y de personalidad que se van creando, y dando vistazos en los comportamientos que tienen estos victimarios, puesto que a menudo desarrollan conductas evidentes. “Se puede reflejar de muchas maneras, mientras más pequeños pueden a través de juegos, conversaciones, dibujos; un adolescente en interacción con otras personas, reflejas esos traumas vividos”
“No siempre vemos que está ocurriendo en la vida de estos jóvenes, siempre hay una señal previa, típicamente antes de estos eventos, a veces esas señales no las escuchamos o no respondemos bien, el caso que acaba de ocurrir en Texas en una de las noticias se reseña que una de las personas vio los mensajes en Instagram se acostó a dormir, y luego en entrevista dice que no se hubiese acostado ahora sabiendo lo que ocurrió”, analiza el Dr. Soto, en relación con los actos recientes.
Se suele generar un vínculo que se tienen el imaginario colectivo, del uso de videojuegos y la adherencia de comportamientos violentos, las recomendaciones que surgen desde los especialistas están siempre orientadas al acompañamiento y el control parental así lo comenta la Dra. Rivera, “siempre la recomendación es que haya la supervisión necesaria, y que hay videojuegos que están divinos por categorías que se respeten esas para que menores de edad no tengan acceso a juegos que inciten a violencia”.
Pero, esa asociación entre videojuegos y actos violentos, no se ha podido demostrar a nivel científico; porque incluso a un nivel comparativo, como lo afirma el Dr. Alemán, que “hay otros países, como Inglaterra, Japón, que tienen un consumo de juegos similares, inclusive Japón es uno de los países que exportan este tipo de videojuegos, sin embargo, no vemos eventos de tiroteo masivo dentro de su población, hay otros factores que influyen como la injusticia social percibida por quienes hacen estos actos.”
Esta inconformidad sobre la falta de condiciones, oportunidades, desigualdad, agresiones y otra cantidad de factores influenciadores, parten de su percepción por lo que pasa en el mundo, así lo postula el Dr. Ángel, ya que,“sobre el 90 % de los estudiantes que comenten estos actos, lo hacen en la escuela en la que ellos estudiaban, y estos jóvenes que fueron ex-estudiantes tienen una accesibilidad a las armas que no se ven en otros países, como en Estados Unidos.”
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