La dosis es calculada dependiendo del peso del niño, y la respuesta del organismo al tratamiento
Por: María Camila Sánchez
La estatura de los niños depende de diversos factores, como lo son genéticos, ambientales y el ritmo de maduración de cada niño. Uno de los motivos más frecuentes de consulta con los especialistas es la baja estatura de los niños, sobre todo cuando inicia la etapa puberal y ya se empieza a notar una diferencia considerable con otros niños.
Otros factores relacionados con la baja estatura, pueden ser patologías relacionadas con las hormonas, enfermedades crónicas severas, prematuridad y obesidad.
¿Es igual el ritmo de crecimiento en la infancia?
Durante los dos primeros años de vida y cerca de los 12 o 13 años, hay un crecimiento acelerado en los niños. En el caso de las niñas, el tirón puberal suele suceder entre los 10 y 11 años de edad y en ambos sexos hay una media de 5 a 8 cm por año.
Lo cierto es que a partir de los cuatro años de edad, los especialistas empiezan a plantear la posibilidad de realizar un seguimiento del niño. Por lo general, este se realiza a través del cálculo de la edad ósea, que tiene como objetivo comprobar el grado de desarrollo de los huesos conforme a la edad cronológica.
Influencia de la talla al nacer sobre el crecimiento en la infancia
Cuando hablamos de un retraso de crecimiento intrauterino, nos referimos a un bebé que ha nacido con un peso y talla por debajo de los índices normales para la edad gestacional. Especialistas sugieren que esto puede ser consecuencia de infecciones, causas genéticas o placentarias.
Estos bebés requieren de un control especial hasta que alcancen los parámetros de crecimiento normales, y en caso de no ser así, son remitidos a endocrinología para iniciar un tratamiento con hormonas de crecimiento.
Tratamientos hormonales para potenciar el crecimiento
Por lo general, los niños con talla baja se dividen en dos grupos: aquellos quienes tienen talla baja como consecuencia de una enfermedad, y aquellos que no lo tienen. Por lo general, este tratamiento requiere de la administración de la hormona recombinante a través de inyecciones.
La dosis es calculada dependiendo del peso del niño, y la respuesta del organismo al tratamiento. Asimismo, el tiempo por el que recibirá las inyecciones, también dependerá de cómo mejora la estatura del niño y de cómo la pubertad afecta su crecimiento.