La identificación de determinada sintomatología es esencial sobre todo en aquellas afecciones cardiovasculares congénitas
Por: Eduardo Najar
El desarrollo de algunas patologías que comprometen el sistema cardíaco y circulatorio en la población pediátrica tienden a originarse ya a edades tempranas o por causa congénita. Por ejemplo, el agotamiento, falta de aire o desmotivación pueden figurar como alertas tempranas de este tipo de enfermedades.
En entrevista con la revista Medicina y Salud Pública (MSP), el doctor Edwin Rodríguez, cardiólogo pediátrico del Hospital San Jorge, explica cuales son los casos de alerta en los que los padres deben llevar al niño o bebé a ser evaluado por un médico.
Además añadió: “Podemos ver otro problema en el chupado, un bebé que cuando tiene hambre y no puede alimentarse o que se ve agotado, puede indicar que posee un problema pulmonar o cardíaco”.
Otro síntoma que podría servir de alerta cardiovascular es la irregularidad en el peso y talla del bebé, esto lo determina el pediatra cuando se realizan pruebas estandarizadas.
Tratamientos y mejoría de pronósticos
Los avances tecnológicos y los nuevos procedimientos percutáneos han logrado que aquellas patologías que en años anteriores eran irreversibles cuenten con tratamientos y terapias para garantizar un buen pronóstico a largo plazo en aquel paciente pediátrico y a su vez el riesgo de complicación también sea mínimo.