En 2020, más de 600 millones de personas experimentaron al menos un episodio de dolor o lumbalgia crónica, lo que representa un aumento del 60% desde 1990.
Por: Jose Ibraim Alape
El dolor de espalda, una dolencia ubicua y a menudo subestimada, ha sido objeto de un análisis profundo por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha delineado las directrices esenciales para abordar esta preocupante condición de salud. El impacto generalizado del dolor lumbar, que afecta a una sorprendente cantidad de personas en todo el mundo, ha llevado a la OMS a brindar una orientación definitiva sobre cómo manejar eficazmente esta carga creciente.
Lumbalgia: un desafío global que exige evaluación y tratamiento precisos para prevenir la discapacidad
Según la OMS, la lumbalgia se ha convertido en la principal causa de discapacidad a nivel global, ejerciendo un impacto sustancial en la vida diaria de millones de individuos. En el año 2020, más de 600 millones de personas experimentaron al menos un episodio de dolor lumbar, marcando un alarmante aumento del 60% desde 1990. Se estima que estas cifras continuarán en aumento, proyectándose que para el año 2050, alrededor de 840 millones de personas se verán afectadas por esta condición.
Por otro lado, el Dr. Marco Antonio Araújo da Rocha Loures, presidente de la Sociedad Brasileña de Reumatología, advierte que el dolor de espalda puede tener diversas causas, y es esencial una evaluación minuciosa para descartar posibles complicaciones y brindar el tratamiento adecuado.
Además, para abordar esta compleja problemática, la OMS lanzó en diciembre de 2023 la primera directriz específica para el tratamiento de la lumbalgia crónica, que se define como la persistencia del dolor durante más de tres meses consecutivos. Este documento, elaborado por expertos de todo el mundo, se basa en una evaluación exhaustiva de la evidencia científica disponible para determinar las estrategias terapéuticas más efectivas.
Enfoques científicos integrales: Mejoras en salud y bienestar a través de educación, ejercicio, terapia y más
Lo que funciona para mejoras en la salud y bienestar incluye educación/asesoramiento estructurado y estandarizado, un programa estructurado de ejercicio físico, acupuntura y otros métodos terapéuticos de punción, terapia de manipulación espinal, masaje, terapia conductual operante, terapia cognitivo-conductual, medicamentos antiinflamatorios simples como el ibuprofeno y el diclofenaco, preparados tópicos a base de pimienta de cayena, y una atención biopsicosocial integral.
Estas diferentes herramientas y enfoques han demostrado ser efectivos para abordar diferentes problemas de salud y promover el bienestar general de las personas.
Tratamientos convencionales para el dolor de espalda
A pesar de su uso común, diversos tratamientos han demostrado no ser efectivos para el manejo del dolor de espalda. Entre ellos se encuentran la tracción, los ultrasonidos terapéuticos, la neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS), así como el uso de cinturones y soportes lumbares.
Además, fármacos como los opiáceos, antidepresivos de las clases de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los tricíclicos, así como anticonvulsivantes y relajantes musculares esqueléticos, han demostrado carecer de beneficios significativos en el alivio del dolor lumbar. Incluso, la utilización de corticoides inyectables, hierbas medicinales como la Garra del Diablo y Sauces, así como la pérdida de peso inducida por fármacos para la obesidad, no han mostrado resultados satisfactorios en el tratamiento de esta condición.
Tratamientos sin estudios concluyentes
Existen varios tratamientos que no cuenta con estudios concluyentes que respalden su eficacia. Algunos de estos incluyen la terapia conductual reactiva, que es un tipo de psicoterapia en la cual se busca modificar conductas negativas a través de la exposición gradual a situaciones estresantes; la terapia cognitiva, que se enfoca en cambiar patrones de pensamiento negativos y poco realistas; y las prácticas de atención plena y reducción del estrés, que buscan mejorar la salud mental a través de la meditación y técnicas de relajación.
Otros tratamientos sin estudios concluyentes incluyen el uso de paracetamol, benzodiacepinas y preparados a base de cannabis para el manejo del dolor; preparados tópicos a base de árnica, lirio blanco y diferentes hierbas para aliviar malestares físicos; y el control del peso corporal mediante intervenciones no farmacológicas. A pesar de no contar con estudios concluyentes, algunas personas pueden encontrar alivio con estos tratamientos, pero es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tipo de tratamiento.
Un diagnóstico preciso: clave para abordar el dolor de espalda y mejorar la calidad de vida
Es esencial una evaluación médica adecuada para determinar la causa subyacente del dolor de espalda y diseñar un plan de tratamiento personalizado. Además, se deben tener en cuenta las señales de alerta que podrían indicar una condición más grave, como la pérdida de peso inexplicable o la debilidad en las extremidades.
Por último, si bien las directrices de la OMS ofrecen una valiosa guía para el tratamiento del dolor lumbar, la prevención sigue siendo el mejor enfoque. Adoptar hábitos de vida saludables y buscar ayuda médica adecuada son pasos esenciales para abordar este problema de salud común y debilitante de manera efectiva. Con un enfoque integral y una atención centrada en el paciente, podemos enfrentar el desafío del dolor de espalda y mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.
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