Actualmente Estados Unidos presenta alta prevalencia en la enfermedad de mieloma múltiple, registrando aproximadamente 32.000 casos durante el 2020, siendo esta condición el número uno para procedimientos de trasplante de medula ósea.
Diana Castañeda
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Actualmente Estados Unidos presenta alta prevalencia en la enfermedad de mieloma múltiple, registrando aproximadamente 32.000 casos durante el 2020, siendo esta condición el número uno para procedimientos de trasplante de médula ósea.
La Revista Medicina y Salud Pública, (MSP), conversó sobre el tema con el hematólogo oncólogo, Cristian Rodríguez, especialista en trasplante de medula ósea y terapia celular, quien ahondó sobre los tratamientos para contrarrestar el mieloma múltiple aduciendo que, los efectos secundarios que pueden padecer los pacientes con esta enfermedad, son causados por los daños producidos por las quimioterapias en algunos órganos, pero que, en la mayoría son leves.
Trasplantes autólogos (autotrasplantes)
En un autólogo de células madre, las propias células madre del paciente se extraen de su médula ósea o sangre periférica antes del trasplante. Las células se almacenan hasta que se vayan a necesitar para el trasplante. Entonces, la persona con mieloma recibe el tratamiento, como una dosis alta de quimioterapia, algunas veces con radiación, para eliminar las células cancerosas. Cuando se completa este proceso, las células madre almacenadas se regresan a la sangre del paciente a través de una vena.
Algunos médicos recomiendan que los pacientes con mieloma múltiple se sometan a dos trasplantes autólogos, distanciados por seis a 12 meses. A este método se le llama trasplante tándem. Los estudios muestran que algunos pacientes se benefician más de este tipo de trasplante que de uno solo. La desventaja es que causa más efectos secundarios y por lo tanto conlleva un mayor riesgo.
Trasplantes alogénicos (alotrasplantes)
En un trasplante alogénico de células madre, el paciente recibe células madre productoras de sangre de otra persona (un donante). Los mejores resultados del tratamiento se presentan cuando las células del donante son muy compatibles al tipo de célula del paciente y el donante es un familiar cercano, como un hermano o una hermana. Los trasplantes alogénicos presentan un riesgo más elevado en comparación con los autólogos, pero pueden combatir mejor el cáncer. Esto se debe a que las células trasplantadas (del donante) pueden, en realidad, ayudar a destruir las células del mieloma. A esto se le llama efecto de injerto contra tumor. En estudios realizados en pacientes con mieloma múltiple, los que recibieron trasplantes alogénicos a menudo respondieron peor a corto plazo que aquellos que recibieron trasplantes autólogos. Actualmente, los trasplantes alogénicos no se consideran un tratamiento convencional para el mieloma, aunque se pueden realizar como parte de un estudio clínico.
Efectos secundarios
Los primeros efectos secundarios de un trasplante de células madre son similares a los efectos secundarios de la quimioterapia y la radiación, solo que son más graves. Los recuentos bajos de células sanguíneas son uno de los efectos secundarios más graves que pueden provocar riesgos de infecciones y hemorragias graves.
El efecto secundario más grave del trasplante alogénico se conoce como enfermedad de injerto contra huésped (o GVHD, por sus siglas en inglés) que ocurre cuando las nuevas células inmunitarias (del donante) identifican a los tejidos del paciente como extraños y los atacan. La GVHD puede afectar cualquier parte del cuerpo y puede poner en peligro la vida.
Si desea más información sobre los trasplantes de células madre, incluyendo detalles sobre los procesos y los efectos secundarios, consulte Trasplante de células madre para el cáncer.