Según el estudio realizado por el Duke Cancer Institute, los estrógenos inhiben la respuesta inmunitaria y la efectividad de las inmunoterapias.
Por: María Camila Sánchez
Los estrógenos son conocidos por su papel en el crecimiento de tumores de cáncer de mama que presentan sus receptores. Sin embargo, un estudio publicado en Science Advances por investigadores del Duke Cancer Institute (Estados Unidos) ha descubierto que estas hormonas también juegan un rol clave en el crecimiento de cánceres sin estos receptores, incluyendo los cánceres de mama triple negativos y otros tipos de cáncer.
El estudio señala que los estrógenos no solo disminuyen la capacidad del sistema inmunológico para combatir tumores, sino que también reducen la eficacia de las inmunoterapias utilizadas para tratar varios tipos de cáncer, como los cánceres de mama triple negativos.
Estos últimos representan una forma agresiva de la enfermedad, negativa para el estrógeno, la progesterona y las proteínas del receptor HER2.
"El tratamiento para el cáncer de mama triple negativo ha mejorado mucho con la llegada de la inmunoterapia", comenta el autor principal Donald McDonnell, profesor en los departamentos de Medicina, Farmacología y Biología del Cáncer y Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke.
Terapias antiestrógenos: ¿Oportunidad para mejorar las inmunoterapias?Basados en análisis de datos de pacientes y estudios en ratones, los investigadores encontraron que los medicamentos antiestrógenos contrarrestan los efectos de los estrógenos, restaurando la potencia de las inmunoterapias.
"El objetivo principal de nuestra investigación es desarrollar formas de aumentar la actividad anticancerígena de las inmunoterapias", señaló McDonnell. "Hemos encontrado una forma sencilla de reforzar la eficacia de la inmunoterapia para este tipo de cáncer de mama, y el beneficio se ha observado incluso en otros tipos de cáncer, como el melanoma y el cáncer de colon".
Eosinófilos: la clave detrás de la inhibición inmunitaria
El equipo de McDonnell, junto con el investigador principal Sandeep Artham, se centró en los eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco activado en las reacciones alérgicas y enfermedades inflamatorias.
Estos glóbulos blancos juegan un rol importante en los tumores, y la eosinofilia tisular asociada a tumores (TATE) se asocia con mejores resultados en pacientes con múltiples tipos de cáncer, como el de colon, esófago, gástrico, oral, melanoma y hígado.
El estudio demostró que los estrógenos reducen la cantidad de eosinófilos y TATE en ratones, lo que facilita el crecimiento de los tumores, incluidos los de cáncer de mama negativos para el receptor de estrógeno y el melanoma.
Próximos ensayos clínicos
Las terapias antiestrógenos inhiben la señalización del receptor de estrógeno y mejoran la eficacia de las inmunoterapias, retardando el crecimiento tumoral. "Estos hallazgos resaltan la importancia de la señalización del receptor de estrógeno como regulador de la biología de los eosinófilos y la TATE y resaltan la posible aplicación clínica a corto plazo de los fármacos antiestrógenos para aumentar los beneficios de las inmunoterapias en múltiples tipos de tumores", explicó.
Actualmente, se están planificando ensayos clínicos utilizando un fármaco antiestrógeno en investigación llamado lasofoxifeno en pacientes con cáncer de mama triple negativo.
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