El análisis DCAF reveló que TP53 , KRAS , FGFR2 , ARID1A , STK11 e IDH1 fueron los genes con mayor frecuencia.
Por: Yolimarian Torres
La evaluación del ADN tumoral circulante (ADNc) en pacientes con cánceres metastásicos del tracto biliar (BTC) podría identificar a los pacientes con peores resultados de supervivencia cuando se los trata con quimioterapia inicial basada en platino, sugiere este análisis retrospectivo de pacientes. El estudio estuvo disponible como una versión preliminar en medRxiv el 2 de noviembre y aún no ha sido revisado por pares.
El objetivo de la investigación se da porque el BTC se presenta típicamente en una etapa avanzada cuando solo el 20% de los tumores son resecables. La supervivencia global a 5 años es de alrededor del 4% en pacientes irresecables y los beneficios con la quimioterapia de primera línea son modestos. La mayoría de los pacientes progresan en un año.
Existe un interés creciente en el uso del perfil genómico de tumores de próxima generación y biopsia líquida para identificar alteraciones genéticas dirigibles. Los resultados actuales sugieren que el ctDNA podría usarse para el perfil genómico y la estratificación de pacientes en ensayos prospectivos aleatorizados.
El instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos indica que el cáncer de vías biliares es una enfermedad rara por la que se forman células malignas (cancerosas) en las vías biliares.
Hay dos tipos de cáncer de vías biliares:
Cáncer de vías biliares intrahepáticas: este tipo de cáncer se forma en los conductos biliares dentro del hígado. Solo un pequeño número de cánceres de vías biliares son intrahepáticos. Los cánceres de vías biliares intrahepáticas también se llaman colangiocarcinomas intrahepáticos y cánceres de conducto biliar intrahepático.
Cáncer de vías biliares extrahepáticas: este tipo de cáncer se forma en los conductos biliares fuera del hígado. Las vías biliares extrahepáticas comprenden la región hiliar y la región distal. El cáncer se forma en cualquiera de las regiones.
Este último se divide en:
Cáncer de vías biliares perihiliares: este tipo de cáncer se encuentra en la región hiliar, que es el área donde los conductos biliares derecho e izquierdo salen del hígado y se unen para formar el conducto hepático común. El cáncer de vías biliares perihiliares también se llama tumor de Klatskin, colangiocarcinoma perihiliar o cáncer de conducto biliar perihiliar.
Cáncer de vías biliares distales: este tipo de cáncer se encuentra en la región distal. La región distal abarca el conducto colédoco que pasa a través del páncreas y termina en el intestino delgado. El cáncer de vías biliares extrahepáticas distales también se llama colangiocarcinoma extrahepático y cáncer de conducto biliar extrahepático.
El riesgo de cáncer de vías biliares a veces aumenta en las personas que tienen colitis o ciertas enfermedades del hígado.
Cualquier cosa que aumenta la probabilidad de tener una enfermedad se llama factor de riesgo. La presencia de un factor de riesgo no significa que enfermará de cáncer; pero la ausencia de factores de riesgo tampoco significa que no enfermará de cáncer. Las personas que piensan que están en riesgo deben hablar sobre este riesgo con el médico.
Los factores de riesgo del cáncer de vías biliares incluyen las siguientes afecciones:
Colangitis esclerosante primaria (enfermedad progresiva con obstrucción de las vías biliares por inflamación y cicatrización).
Colitis ulcerosa crónica.
Quistes en las vías biliares (los quistes bloquean el flujo de la bilis y a veces causan hinchazón de las vías biliares, así como inflamación e infección).
Infección por un parásito llamado duela hepática china.
Los signos del cáncer de vías biliares incluyen ictericia y dolor en el abdomen.
Estos y otros signos y síntomas quizás se deban al cáncer de vías biliares o a otras afecciones. Consulte con su médico si presenta alguno de los siguientes signos y síntomas:
Ictericia (color amarillento de la piel o la parte blanca de los ojos).
Orina oscura.
Materia fecal de color arcilla.
Dolor en el abdomen.
Fiebre.
Picazón en la piel.
Náuseas y vómitos.
Pérdida de peso sin razón conocida.
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