Esperar síntomas molestos del tracto urinario inferior como desencadenante para ver a un médico primario, puede retrasar el diagnóstico, afirman expertos.
Por: Luisa Ochoa
A pesar de los esfuerzos por detectar de forma temprana el cáncer de próstata, la mortalidad sigue creciendo con el paso de los años, debido a que se ha consolidado una percepción errónea sobre los indicadores claves de esta enfermedad, según expertos de la Universidad de Cambridge.
“Los hombres con etapas tempranas y curables de cáncer de próstata están perdiendo oportunidades para que se les detecte el cáncer porque las pautas y las campañas de salud en los medios se enfocan en los síntomas urinarios a pesar de la falta de evidencia científica”, afirmaron.
La narrativa médica se ha enfocado en que los síntomas urinarios masculinos son uno de los indicadores clave del cáncer de próstata, sin embargo, no existe una evidencia para determinarlo y puede estar obstaculizando los esfuerzos para adelantar la presentación temprana.
Anatómicamente, el cáncer de próstata surge con mayor frecuencia en la zona periférica, mientras que los síntomas urinarios resultan de la compresión de la uretra por el agrandamiento de la próstata más centralmente.
“Los estudios de biopsia muestran que el volumen prostático promedio es en realidad menor en los hombres que tienen cáncer de próstata (temprano) en comparación con aquellos con biopsias benignas. Esta relación inversa entre el tamaño de la próstata y la probabilidad de cáncer es tan fuerte que se sabe que la densidad del PSA (PSA corregido por el volumen de la próstata) es significativamente más precisa para predecir una biopsia positiva que el PSA solo”, aclararon.
Además de ello, los expertos indicaron que existe evidencia de que el uso de síntomas para investigar un posible cáncer puede conducir a una mayor proporción de hombres que presentan enfermedad localmente avanzada o metastásica en comparación con las pruebas de PSA o los programas de detección.
Cáncer de próstata y tamaño de la glándula
La obstrucción de la salida de la vejiga, la mayoría de las veces debido a un agrandamiento benigno de la próstata y síntomas como dificultad con el flujo, vacilación, nicturia y flujo deficiente, son los más comunes que llevan a un hombre al médico primero y le realizan una prueba de PSA. La relación entre el tamaño de la próstata y el cáncer se ha explorado ampliamente desde los primeros días del PSA y las biopsias de rutina.
Síntomas del tracto urinario inferior (STUI) y cáncer de próstata
Los científicos enfatizan que no se debe esperar que el cáncer en etapa temprana cause síntomas urinarios. El sitio más común de malignidad (70 %) es la zona periférica, mientras que los síntomas urinarios como resultado del agrandamiento prostático (benigno) ocurren debido al crecimiento de las zonas de transición y central.
Uno de los grandes estudios epidemiológicos que informó una asociación fue el estudio HUNT 2 (realizado entre 1995 y 2007 en Noruega). Pero incluso este estudio encontró un vínculo paradójico con el cáncer de próstata localizado, pero no avanzado o fatal. Los autores concluyeron que los síntomas urinarios no fueron causados por el cáncer de próstata y que no se justificaba la detección de cánceres tempranos sobre la base de los síntomas urinarios.
Cabe mencionar que el cáncer de próstata es una enfermedad silenciosa, especialmente en etapas tempranas, por lo que los expertos enfatizan en realizar pruebas diagnósticas, aunque los pacientes no presenten síntomas adversos.
Además de ello, recalcan la importancia de aumentar los esfuerzos de detección en pacientes con mayor riesgo por sus antecedentes familiares o raza, ya que entre más temprano se diagnostique, mayores serán las probabilidades de cura.
Cáncer de próstata en Puerto Rico
En Puerto Rico, el cáncer de próstata es el que más se diagnostica en la población masculina, con un 39 %, superando al cáncer de colon, que también presenta una alta prevalencia.
Para especialistas puertorriqueños es importante que el paciente se haga la prueba rectal una vez al año y un PCA, para detectar antes de que haya síntomas y tener mayores probabilidades de cura.
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