El 80% de los casos involucran piedras de calcio y oxalato o calcio y fósforo y las recomendaciones dietéticas incluyen evitar alimentos altos en azúcares y exceso de proteína animal.
Por: Valery Cardozo
Los cálculos renales son masas sólidas compuestas por sales minerales que se forman al agruparse en la orina concentrada, dando lugar a pequeñas piedritas. Estas pueden permanecer en los riñones o salir del cuerpo a través de las vías urinarias.
Hablamos sobre los cálculos renales y su relación directa con la nutrición, con la licenciada María Eugenia Rodríguez, nutricionista y dietista.
Tipos de cálculos renales y recomendaciones dietéticasExisten cuatro tipos principales de cálculos renales, pero el 80% de las personas desarrollan piedras de calcio y oxalato o calcio y fósforo. Las recomendaciones dietéticas pueden variar dependiendo del tipo de piedra, aunque hay algunas pautas generales para todos, explicó la licenciada Rodríguez.
Para reducir el riesgo de formación de cálculos, es importante evitar alimentos altos en azúcares, incluidas las bebidas azucaradas y los postres. También se debe limitar el exceso de proteínas animales no lácteas, como el huevo, pollo, pavo y pescado. No es que no se puedan comer, pero se deben evitar los excesos.
El papel de los productos lácteos en la formación de cálculos renales
"Es importante hacer énfasis en que muchas personas piensan que si la piedra o el cálculo es a base de calcio, entonces el calcio puede ser perjudicial. Sin embargo, es todo lo contrario. Cuando las personas tienen este tipo de piedras, es importante incluir suficiente calcio en la alimentación", aseguró la experta.
Es crucial incluir suficiente calcio en la alimentación, especialmente en personas con cálculos a base de calcio. Leche, yogur, kéfir y quesos bajos en sodio son excelentes fuentes de calcio, ya que este mineral ayuda a atrapar el oxalato, evitando su absorción y facilitando su excreción.
Según la licenciada Rodríguez, "por su parte, los alimentos altos en sodio deben limitarse porque el exceso de sodio aumenta la excreción de calcio en la orina, incrementando el riesgo de cálculos renales. Se recomienda buscar alimentos con 140mg o menos de sodio".
Alimentos que debemos integrar en la dieta para evitar la formación del cálculos renales
Las frutas y verduras son esenciales debido a su contenido de citrato, que ayuda a reducir el riesgo de cálculos. También es importante incluir productos lácteos, suficiente agua, cereales integrales, legumbres, nueces y semillas. La dieta DASH, rica en frutas y vegetales, se asocia con un menor riesgo de cálculos renales.
"La hidratación es fundamental para prevenir la formación de cálculos. Se recomienda orinar al menos 2.5 litros diarios, lo que implica consumir al menos 3 litros de líquido. Si no gusta el agua, se pueden añadir frutas o jugo de limón sin azúcar, o considerar bebidas carbonatadas sin azúcar", enfatizó la experta.
Suplementos nutricionales
Según la licenciada se están estudiando los probióticos por su posible rol en la reducción del riesgo de cálculos renales. La ciencia está en constante evolución, por lo que es importante estar al tanto de las investigaciones.
"Las proteínas deben ser magras y bajas en grasa. Tanto las proteínas animales como las vegetales son adecuadas, pero se debe aumentar el consumo de calcio para reducir la excreción de oxalatos en la orina. Es recomendable realizar pruebas de orina de 24 horas para evaluar los niveles de oxalato antes de restringir alimentos ricos en oxalato", explicó la experta.
Manejo y prevención de cálculos renales
"Si ya existe una piedra, es necesario buscar atención médica para determinar si se puede remover o si se requiere algún tratamiento para romperla y facilitar su eliminación. Cuando hay una piedra y se experimenta dolor, es crucial mantener una adecuada hidratación y seguir el tratamiento médico indicado para manejar el dolor y planificar la eliminación de la piedra", aseguró la licenciada Rodríguez
La alimentación también es muy importante para reducir el riesgo de futuros cálculos renales. "Se sabe que el 45% de las personas que han tenido una piedra tendrán otra en cinco años, y el 75% experimentaron recurrencia en diez años. Por lo tanto, una dieta adecuada es fundamental para prevenir la formación de nuevos cálculos en el futuro", finalizó la experta.