Según la Secretaría de Salud, el consumo excesivo de jugos industrializados y adicionados con azúcar refinada incrementa el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Por: Laura Guio
El consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, como los jugos altos en azúcar, es una de las principales causas de enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes.
El consumo excesivo de jugos industrializados y adicionados con azúcar refinada incrementa el riesgo de padecer obesidad en un 60%, diabetes un 25% e infartos.
Según la OMS, la cantidad diaria recomendada de azúcar para una persona adulta es de 25 a 50 gramos y de 30 a 35 gramos para niños.
Un litro de jugo procesado puede contener hasta 100 gramos de azúcar, lo que equivale a 25 gramos por cada 250 mililitros, es decir, unas 7 cucharaditas de azúcar.
Los riesgos ocultos del consumo de jugos procesados
Una de las consecuencias más directas es la resistencia a la insulina, lo que dificulta el control del azúcar en sangre y favorece el desarrollo de la diabetes tipo 2. Esto se agrava al consumir jugos procesados, que son ricos en azúcares añadidos.
Además de los riesgos metabólicos, los jugos procesados también afectan negativamente la salud bucal. Las bacterias presentes en la boca se alimentan del azúcar contenido en estas bebidas, produciendo ácidos que dañan el esmalte dental y causan caries. La acidez de estos jugos puede contribuir al desgaste dental, especialmente si se consumen de forma frecuente.
De igual forma, los jugos procesados son hipercalóricos, lo que significa que aportan una gran cantidad de calorías sin ofrecer nutrientes esenciales. La mayor parte de estas calorías proviene de los carbohidratos del azúcar refinada, lo que convierte a estas bebidas en una fuente de energía vacía, que contribuye al aumento de peso sin brindar ningún valor nutricional significativo.
¿Cómo reducir el consumo de azúcar?
Mantener una alimentación equilibrada es fundamental para el cuidado de la salud, ya que proporciona los nutrientes necesarios para fortalecer el organismo.
Para reducir el consumo de azúcar, lo ideal es evitar los jugos procesados y optar por los elaborados con fruta fresca. Algunas opciones saludables incluyen jugos de manzana, piña, zanahoria, chayote, guayaba, naranja, entre otros. Para incrementar su valor nutricional, se pueden combinar con ingredientes como linaza, avena o chía.
Al hacer las compras, es importante priorizar los alimentos naturales sobre los procesados y empaquetados. Los productos frescos suelen contener menos azúcar añadido en comparación con los industrializados.
Además, es recomendable consultar regularmente con un médico para monitorear la salud y recibir orientación sobre cómo reducir el consumo de azúcares. Es importante tener en cuenta que eliminar el azúcar de manera abrupta puede causar síntomas como dolor de cabeza, fatiga e irritabilidad, por lo que es preferible hacerlo de forma gradual.
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