En general, los ictus son de inicio súbito y de rápido desarrollo, y causan una lesión cerebral en minutos.
Por: Yolimarian Torres
La gravedad de los déficits neurológicos y funcionales aumenta el riesgo de síntomas de depresión clínicamente significativos después del accidente cerebrovascular de manera temprana y persistente.
La depresión antes del accidente cerebrovascular, las relaciones personales y el contexto cultural contribuyen a mediar el riesgo de depresión. Las intervenciones que minimizan la gravedad de los déficits neurológicos y funcionales deberían disminuir el riesgo de síntomas clínicamente significativos de depresión posteriores al accidente cerebrovascular.
De acuerdo con Almeida OP, Hankey GJ, Ford AH, Etherton-Beer C, Flicker L, Hackett ML; Investigadores de ensayos de AFFINITY y de la Universidad de Australia, este estudio de cohorte de 1221 hombres y mujeres reclutados dentro de las dos semanas posteriores al inicio del accidente cerebrovascular en Australia, Nueva Zelanda y Vietnam. La NIH Stroke Scale (NIHSS) se utilizó para evaluar la gravedad del accidente cerebrovascular.
Otras medidas del estudio incluyeron la edad, el sexo, el estado civil, los arreglos de vivienda, la función antes del accidente cerebrovascular, la depresión antes del accidente cerebrovascular, la escala de Rankin modificada (mRS) y el tratamiento con fluoxetina o placebo durante 26 semanas.
Los síntomas clínicamente significativos de depresión durante las 52 semanas posteriores al inicio fueron el resultado de interés, y su presencia se definió por una puntuación total de PHQ-9 de 9 o más en las semanas 4, 12, 26 o 52, un diagnóstico clínico de depresión entre las evaluaciones, o por tratamiento farmacológico o psicológico de la depresión durante el seguimiento.
Los participantes se clasificaron como no deprimidos o tempranos (12 semanas iniciales), depresión tardía (12 a 52 semanas) o persistente (antes y después de las 12 semanas). Usamos regresión logística multinomial para evaluar el riesgo de depresión, con todas las medidas enumeradas ingresadas simultáneamente en el modelo.
¿Qué es el Ictus?
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. También se le conoce como accidente cerebrovascular (ACV), embolia o trombosis. Los dos últimos términos, no obstante, se refieren más bien a distintas causas del ictus.
Un ictus ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre, oxígeno y glucosa, que necesita. La consecuencia es que las células nerviosas del área del cerebro afectada no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren transcurridos unos minutos.
Tipos de Ictus
Según el mecanismo de la lesión se distinguen dos tipos de ictus:
Ictus isquémico (o infarto cerebral) originado por la obstrucción del flujo sanguíneo.
Ictus hemorrágico (o hemorragia cerebral) en el que la rotura de un vaso provoca la salida de sangre y la compresión de estructuras del sistema nervioso central.
Fuente consultada aquí.