Realizar ejercicio de manera regular, al menos dos veces por semana, está vinculado con una reducción significativa de los síntomas de insomnio y una mejora en la duración del sueño.
Por: Katherine Ardila
Un estudio reciente llevado a cabo en nueve países europeos con más de 4,000 adultos ha demostrado que el ejercicio regular no solo es bueno para la salud física sino que también podría ser un componente esencial para mejorar la calidad del sueño y reducir los síntomas del insomnio. La investigación, publicada en la revista BMJ Open, abarcó un seguimiento de diez años, lo que proporciona una visión profunda y a largo plazo de los beneficios del ejercicio consistente.
Ejecución del estudio
Participaron 4,339 adultos de entre 39 y 67 años en el estudio, que forma parte de la Encuesta de Salud Respiratoria de la Comunidad Europea (ECRHS III). Los investigadores definieron a los individuos como "físicamente activos" si se ejercitaban al menos dos veces por semana durante más de una hora en total. Los aspectos clave evaluados incluyeron la incidencia del insomnio, la duración del sueño y la somnolencia diurna, con un enfoque particular en cómo estos se veían influenciados por la actividad física.
Reducción de los síntomas del insomnioLos resultados revelaron que aquellos que se mantuvieron activos de manera consistente durante el estudio tenían menos probabilidades de enfrentar problemas para iniciar el sueño y tendían a evitar tanto el sueño excesivamente corto como el prolongado. En concreto, los activos habituales reportaron una reducción significativa en la incidencia de insomnio, con un 22% menos de probabilidades de experimentar cualquier síntoma de insomnio, un 40% menos de probabilidades de tener dos síntomas y un 37% menos con tres síntomas. Sin embargo, la somnolencia diurna y las dificultades para mantener el sueño no mostraron una relación significativa con el nivel de actividad física.
Los autores del estudio, incluida la Dra. Erla Björnsdóttir de la Universidad de Reykjavik, subrayan la importancia de la regularidad en el ejercicio para obtener estos beneficios. No es solo el acto de moverse lo que cuenta, sino la constancia a lo largo del tiempo lo que parece ser crucial para una mejora sostenida en la calidad del sueño y la reducción del insomnio.
Consideraciones en la constancia del ejercicio
A pesar de los hallazgos prometedores, el estudio presenta algunas limitaciones, como la dependencia de los datos autoinformados y la incertidumbre sobre si la actividad física se mantuvo de manera continua a lo largo del tiempo. Además, factores como trastornos musculoesqueléticos, problemas de salud mental o dolor crónico no fueron exhaustivamente explorados, los cuales pueden influir tanto en la calidad del sueño como en la actividad física.
Conclusiones
Este estudio refuerza la idea de que más allá de las píldoras y las terapias médicas, el ejercicio regular y sostenido puede ser una estrategia poderosa y natural para mejorar el sueño y combatir el insomnio. Su incorporación en las recomendaciones de salud pública podría ser un paso fundamental hacia un enfoque más holístico y preventivo en la salud del sueño.
Mientras se necesitan más investigaciones para entender completamente la relación entre el ejercicio y el sueño, este estudio proporciona evidencia convincente de que mantenerse activo es beneficioso no solo para el cuerpo sino también para la mente y la calidad de vida en general.
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