Factores ambientales y metabólicos juegan un papel clave en esta crisis de salud mundial.
Por: María Camila Sánchez
Un análisis reciente publicado en The Lancet Neurology ha revelado un alarmante aumento de los ictus a nivel global. En 2021, se registraron 11,9 millones de nuevos casos de accidentes cerebrovasculares, lo que representa un aumento del 70 % en comparación con 1990.
Además, las muertes por esta causa aumentaron un 44 % y alcanzaron los 7,3 millones. A pesar de que el 84 % de los ictus se atribuyen a factores de riesgo evitables, el impacto de la contaminación, las altas temperaturas y otros riesgos metabólicos continúa disparando los casos.
Principales causas del aumentoEl estudio, parte del Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors Study (GBD), vincula el aumento de los ictus con el crecimiento poblacional, el envejecimiento y una mayor exposición a factores de riesgo ambientales y conductuales.
Entre los factores más influyentes se encuentran el índice de masa corporal (IMC) elevado, que incrementó en un 88 %, y las altas temperaturas, que aumentaron un 72 % como responsables de los ictus.
Carlos Tejero, miembro del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), señala que el ictus es una enfermedad multifactorial.
"El ictus es como una plaza a la que se puede llegar por distintas calles", indica el neurólogo, aludiendo a la multiplicidad de factores que predisponen a esta afección, desde el tabaquismo hasta la presión arterial elevada.
Factores de riesgo más comunes
En 2021, los principales factores de riesgo para los ictus fueron la presión arterial alta, la contaminación del aire, el tabaquismo y el colesterol LDL elevado. Estos factores varían según la edad, el sexo y la ubicación geográfica, mostrando una disparidad en los casos a nivel mundial.
Los países de ingresos bajos y medios son los más afectados, representando más de tres cuartas partes de los casos globales, en parte debido al acceso limitado a servicios de salud y a una mayor exposición a riesgos ambientales.
A pesar del sombrío panorama, los autores del estudio destacan que la supervivencia ha mejorado un 86 %, alcanzando los 94 millones de personas en todo el mundo.
Necesidad de acciones globales
Según los autores, es urgente implementar estrategias accesibles y asequibles para mejorar la vigilancia, prevención y tratamiento de los ictus. La adopción de políticas efectivas, como las zonas de aire limpio y las prohibiciones de fumar en espacios públicos, ya ha demostrado éxito, con una reducción del 13 % en los casos relacionados con el tabaquismo y un 20 % en los vinculados a la contaminación del aire.
El ictus sigue siendo la tercera causa de muerte a nivel mundial, y la única forma de reducir su impacto es a través de la acción conjunta y la concienciación de la población sobre los factores de riesgo modificables.
Fuente consultada aquí.