El papa Francisco enfrenta un momento crítico en su salud, con dos episodios recientes de insuficiencia respiratoria aguda que han complicado su recuperación. Aunque los médicos han logrado estabilizarlo tras realizarle dos broncoscopias, su pronóstico sigue siendo reservado.

Por: Katherine Ardila

El papa Francisco, de 88 años, enfrentó este lunes dos episodios de "insuficiencia respiratoria aguda" durante su hospitalización en el Hospital Gemelli de Roma, según informó el Vaticano. 

Los episodios fueron causados por una "acumulación significativa de moco endobronquial" y un consiguiente estrechamiento de las vías respiratorias, lo que llevó a los médicos a realizarle dos broncoscopias para aspirar las secreciones y aliviar su condición.

El pontífice, líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo, permaneció "consciente, alerta, orientado y cooperativo en todo momento", según detalló la Santa Sede en un comunicado. Tras los procedimientos, el papa reanudó la "ventilación mecánica no invasiva" y su pronóstico sigue siendo "reservado".

Detalles de la condición médica del papa

El papa Francisco fue hospitalizado el 14 de febrero debido a una bronquitis que derivó en una doble neumonía. Desde entonces, su estado de salud ha sido monitoreado de cerca por el equipo médico. 

Este lunes, los médicos detectaron una "importante acumulación de moco endobronquial" que provocó un broncoespasmo, una contracción de la musculatura que recubre los bronquios, lo que dificulta la respiración.

Para tratar esta complicación, los especialistas realizaron dos broncoscopias, procedimientos médicos que permiten visualizar las vías respiratorias y aspirar las secreciones acumuladas. Aunque el papa se mantuvo consciente durante todo el proceso, su condición sigue siendo delicada.

El último parte médico emitido por el Vaticano el domingo por la noche indicaba que el estado del pontífice era "estable" tras una recaída el viernes, cuando también sufrió un episodio de broncoespasmo. Sin embargo, los dos nuevos episodios de insuficiencia respiratoria aguda registrados este lunes han generado mayor preocupación sobre su recuperación.

El papa Francisco ha enfrentado varios problemas de salud en los últimos años, incluyendo operaciones en el colon y el abdomen, así como dificultades para caminar debido a una lesión en la rodilla. 

Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, ha reabierto interrogantes sobre su capacidad para desempeñar sus funciones como líder de la Iglesia católica.

A pesar de su delicado estado de salud, el papa Francisco mantiene una actitud positiva y agradecida. El domingo, a través de un mensaje escrito con motivo del rezo del Ángelus, el pontífice dio las "gracias" a los fieles por sus oraciones y muestras de apoyo. "Gracias por sus oraciones y cercanía en estos momentos", expresó.

El papa no ha hecho ninguna aparición pública desde su ingreso en el hospital, lo que ha aumentado la preocupación entre los católicos de todo el mundo. Sin embargo, el Vaticano ha reiterado que el pontífice sigue participando en algunas actividades desde su habitación, aunque de manera limitada.

La situación del papa Francisco ha reavivado el debate sobre la posibilidad de una renuncia, algo que el propio pontífice ha descartado en varias ocasiones. El derecho canónico no prevé disposiciones específicas en caso de que un papa enfrente problemas graves de salud que afecten su lucidez, lo que ha llevado a reflexiones sobre cómo la Iglesia podría manejar una situación de este tipo.

El papa Benedicto XVI, predecesor de Francisco, sentó un precedente en 2013 al convertirse en el primer pontífice en renunciar en casi 600 años, citando motivos de salud. Sin embargo, Francisco ha reiterado en múltiples ocasiones que no tiene planes de seguir ese camino.

Mientras tanto, los fieles católicos alrededor del mundo continúan enviando sus oraciones y muestras de apoyo al pontífice, quien ha expresado su gratitud por el cariño recibido.

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