La diabetes mellitus es un desorden metabólico caracterizado por niveles elevados de azúcar (glucosa) en la sangre (hiperglucemia) como resultado de defectos en la secreción de insulina, resistencia a la acción de la insulina o ambas. La nefropatía diabética (enfermedad renal secundaria a diabetes) es la causa principal de enfermedad renal terminal en el mundo occidental y la incidencia anual se ha duplicado en la última década. Evidencia clínica y científica ha demostrado que las complicaciones de la diabetes en general se pueden prevenir o detener sustancialmente si se consigue un control estricto de la glucemia. Por eso es importante la intervención temprana en aquellos pacientes que presentan factores de riesgo.
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