Estudio demuestra que es posible establecer una comunicación bidireccional entre una prótesis visual y la corteza cerebral. El avance abre el camino hacia una visión artificial más funcional para personas ciegas.
Por: Laura Guio
Científicos del Laboratorio de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) han desarrollado una nueva generación de neuroprótesis visuales capaz de comunicarse bidireccionalmente con el cerebro.
A diferencia de los sistemas anteriores, este innovador dispositivo no solo envía señales eléctricas a la corteza visual, sino que también registra las respuestas neuronales y se adapta a ellas en tiempo real, estableciendo un auténtico diálogo con el sistema nervioso.
El estudio, publicado en la revista Science Advances y difundido por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), ha mostrado resultados prometedores en dos personas voluntarias ciegas, marcando un paso decisivo hacia una visión artificial más natural y estable.
Del destello a la percepción visual
“Hasta ahora las neuroprótesis eran sistemas de lazo abierto: estimulaban el cerebro, pero no escuchaban su respuesta”, explicó Eduardo Fernández Jover, catedrático de la UMH y líder del proyecto.
El nuevo sistema, en cambio, “lee” las respuestas neuronales y ajusta los estímulos eléctricos según las necesidades del cerebro, imitando el proceso natural de la visión.
“El cerebro aprende y se adapta. Este dispositivo también lo hace, convirtiendo el antiguo monólogo tecnológico en un diálogo continuo entre la máquina y la mente”, señaló Fernández Jover. Gracias a ello, los participantes del estudio lograron reconocer formas, movimientos e incluso algunas letras, algo inédito en investigaciones previas.
Un implante diminuto, una cirugía precisaEl dispositivo implantado mide apenas cuatro milímetros de lado e integra cien microelectrodos individuales. Su colocación se realiza mediante un robot quirúrgico y sistemas de neuronavegación avanzada, lo que permite insertar los electrodos a través de un pequeño orificio de ocho a diez milímetros, sin necesidad de craneotomía.
“Esto nos da una precisión milimétrica y reduce al mínimo los riesgos quirúrgicos. Los pacientes pueden ser dados de alta en poco tiempo y con molestias mínimas”, explicó Pablo González López, neurocirujano del Hospital Doctor Balmis e IMED Hospitales, quienes colaboraron en la investigación.
El futuro de la visión artificialAunque los resultados son alentadores, los investigadores advierten que la tecnología aún se encuentra en fase preclínica.
Los implantes podrían, en el futuro, ofrecer una herramienta para restaurar la visión en personas que la perdieron por enfermedades degenerativas de la retina o daños en el nervio óptico.
Sin embargo, Fernández Jover subraya que no debe generarse una expectativa inmediata: “Aún queda un largo camino antes de su aplicación clínica general. Es una investigación en curso que requiere prudencia”.
El estudio cuenta con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación de España, la Unión Europea (Horizonte 2020) y la Generalitat Valenciana, además de la colaboración de consorcios internacionales de neurotecnología.