Investigadores de la Universidad de Stanford han desarrollado un ungüento que, al aplicarse en la piel de los ratones, permite ver sus órganos internos sin necesidad de cirugía.
Por: María Camila Sánchez
Un equipo de científicos de la Universidad de Stanford ha sorprendido al mundo con la creación de una pomada que vuelve transparentes a los ratones vivos, permitiendo observar sus órganos internos sin necesidad de intervenciones invasivas.
Este avance, publicado en la revista Science, abre nuevas posibilidades tanto en el campo de la investigación como en el de la medicina no invasiva.
Un avance contra la intuiciónLa clave de este descubrimiento radica en el uso de la tartracina, un colorante común en la industria alimentaria. Este compuesto, cuando se combina con otros elementos, logra modificar el índice de refracción de la piel y otros tejidos, permitiendo que la luz los atraviese de manera casi mágica.
Al aplicar el ungüento en la piel de los ratones, sus cuerpos se vuelven transparentes, revelando detalles como los vasos sanguíneos del cerebro o las contracciones intestinales.
"Utilizar moléculas que absorben luz para lograr transparencia es un enfoque muy creativo. Es impresionante cómo logran hacer transparente la piel, algo que parecía impensable", afirmó Martín López, investigador del Instituto de Óptica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España.
La ciencia detrás de la transparencia
Los investigadores comenzaron sus experimentos aplicando la pomada en pechugas de pollo antes de pasar a los ratones. Al aumentar la concentración de tartracina, lograron igualar los índices de refracción de los fluidos y proteínas en los tejidos, haciendo que estos se volvieran transparentes.
Lo más asombroso es que, tras enjuagar a los ratones, la piel recuperaba su opacidad sin causarles daño.
El profesor Zihao Ou, coautor del estudio, destacó la seguridad del método: "El uso de colorantes alimentarios como la tartracina, que ya son bien conocidos por su inocuidad, es clave para evitar efectos tóxicos en los animales".
Futuro para la medicina no invasiva
Este innovador desarrollo podría tener importantes aplicaciones en el campo médico. La posibilidad de observar órganos y tejidos sin necesidad de cirugías invasivas es un avance que podría mejorar tanto la investigación como el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades.
Juan Lerma, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante del CSIC, resaltó el impacto que esta técnica podría tener en la medicina: "Poder ver las neuronas y otros órganos sin necesidad de abrir el cuerpo es un paso revolucionario que podría cambiar el enfoque de muchas investigaciones biomédicas".
A pesar de los logros alcanzados, los científicos reconocen que el camino hacia la invisibilidad total en seres humanos aún es largo y complicado. Pero, sin duda, este avance marca un antes y un después en la forma de explorar el interior de los organismos vivos sin causarles daño.
¿Invisibilidad humana?
Si bien la posibilidad de una pomada que haga invisibles a los seres humanos parece lejana, la ciencia continúa avanzando. La tartracina ha demostrado su eficacia en animales pequeños, pero el reto de aplicar esta tecnología en organismos más complejos es considerable. "Hacer invisible un cuerpo humano entero requeriría ajustar los índices de refracción de múltiples tejidos de manera simultánea, lo cual es muy difícil en este momento", explicó Martín López.
Por ahora, la ciencia sigue reservando el don de la invisibilidad a la fantasía, pero no cabe duda de que este descubrimiento es un paso importante hacia una nueva frontera en la investigación biomédica y las técnicas no invasivas
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