Con una crítica al Plan de Salud Vital, el doctor exige mayor celeridad en el diagnóstico y tratamiento.
Por: Yolimarian Torres
Puerto Rico es la jurisdicción de los Estados Unidos que tiene la prevalencia de Hepatitis C más alta en su población, la cual se encuentra entre el 2 y 6 por ciento. Un número muy alto si se compara la cantidad de habitantes por ese porcentaje, así lo indicó el doctor Francisco Cebollero de manera exclusiva a Medicina y Salud Pública.
Ajustado a la realidad médica en la Isla, el doctor Cebollero precisó que sí bien el programa de salud del Estado tiene en su planilla la opción para los pacientes con hepatitis C, estos se enfrentan de manera cotidiana a distintos procedimientos que entorpecen el diagnóstico y tratamiento adecuado.
El galeno fue enfático en señalar que se deben realizar ajustes de manera inmediata para que los enfermos reciban la atención necesaria, ya que se enfrentan diariamente a una serie de pasos que entorpecen la detección a tiempo del virus.
El llamado de atención es para el Plan de Salud Vital, el cual viene manejado por el Gobierno de Puerto Rico, quien se encarga de la adjudicación de presupuesto y tratamiento, lo que ha llevado, de acuerdo a lo expuesto por el doctor Cebollero, a un retraso en dar respuesta a pacientes identificados y otros que aún no saben de la letalidad que enfrentan.
Otra referencia importante para el experto es que la población penal de la isla alcanza entre el 40 y 60 por ciento de pacientes. Lo que deriva, de acuerdo a lo expresado por el doctor en una importante labor en la detección de este virus en estos ciudadanos, ya que al menos el 30 por ciento de los pacientes con el virus de la hepatitis C puede desarrollar cirrosis.
Otro elemento distintivo y relevante para la comunidad médica, es que muchos de los que hoy tienen la enfermedad, se contagiaron hace 20 años, lo que lleva a un estadio de gravedad en donde la última opción de vida es el trasplante de hígado, lo cual no es sencillo, no solo por los donantes sino también porque el cuerpo puede rechazar el órgano provocando problemas de salud graves.
Recalcó que solo el 5 por ciento de los pacientes puede llegar a manifestar síntomas tempranos, pero para el resto pueden pasar muchos años sin que sepan que el virus habita su cuerpo.
Testimonio y petición de atención
Con voz entrecortada una paciente relató a Medicina y Salud Pública que su diagnóstico fue a raíz de un dolor severo en la espalda, pero a la fecha no ha recibido respuesta del Plan de Salud Vital, al cual ya entregó todos los recaudos sobre su condición.
Se lamentó de tener que ver cómo su cuerpo poco a poco sucumbe al virus el cual deteriora su sistema de salud el cual está comprometido sin tener ningún medicamento que pueda controlar la condición.
“Me ha dado picazón, tengo ronchas, son varios síntomas. Voy para un año con el diagnóstico y no me lo han querido tratar. Le recomiendo a los pacientes que luchen, luchen para que les den el tratamiento; yo aún no entiendo, tengo miedo, no quiero contagiar a nadie, yo soy cocinera, siempre evito el contacto con la gente, que no se les pegue a los nenes”, relató.