La educación como factor clave de la comunidad científica en Puerto Rico para la vacunación del VPH.
Por: Isbelia Farías
"Las mujeres puertorriqueñas tienen una mayor tasa de cáncer cervical que las mujeres de Estados Unidos, por eso se comenzó a hablar de factores sociales", así lo indicó la doctora Vivían Colón, catedrática del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico, quien enfatizó en la importancia de la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) como método de preventivo de este tipo de cáncer.
No obstante, la especialista aclaró que el virus del papiloma humano, además de estar asociado con el cáncer cervical, también lo está con el cáncer de pene, ano, vagina y vulva. Entre los factores de riesgo se encuentra el tener múltiples parejas sexuales y un sistema inmunológico debilitado.
Cabe destacar que hay laceraciones que se dan previo al cáncer y que, si se administra la vacuna a tiempo, se puede prevenir en la mayoría de los casos. La doctora Colón está trabajando en proyectos innovadores, como el programa de cáncer comunitario, que lleva más de diez años en ejecución y ha ayudado a Puerto Rico a nivel científico y de capacitación de otros profesionales, pues se han enfocado en comprender el virus del papiloma humano, desarrollando dos programas educativos, uno de ellos dirigidos a padres encargados de niños en edades de 11 a 15 años.
"La vacuna contra el VPH previene cánceres asociados a este virus, pero el número de dosis depende de la edad que tenga la persona al momento de la vacunación", indica Colón, esto es importante conocerlo porque hay un seguimiento, "si usted tiene un hijo de 9 a 14 años, son dos dosis, se pone la primera y la próxima es a los seis meses; si tiene de 15 años en adelante, son tres dosis, que se colocan en un período de seis meses", agregó la experta.
La doctora Colón ya había revelado previamente a la Revista de Medicina y Salud Pública que "existen aproximadamente más de 150 virus de VPH que se dividen en dos grupos: los de bajo riesgo que se presentan por medio de verrugas genitales y los de alto riesgo son los tipos 16 y 18 que están vinculados con tipos de cáncer ginecológicos como el cáncer de vulva, vagina, ano, pene y otros como el de boca, cabeza y cuello y la orofaringe".
Por esa razón, Colón junto a otro grupo de expertos continúan realizando esfuerzos para educar y prevenir el contagio en Puerto Rico.
La Asamblea Mundial de Salud de la OMS oficializó en noviembre de 2020 el proceso para la erradicación del cáncer cervical para el 2030 a nivel mundial. La meta es alcanzar un 90% de vacunación contra VPH, un 70% en prueba de tamizajes y un 90% a tratamiento de lesiones precancerosa y cáncer asociado a VPH
"No se ve una asociación entre la administración de la vacuna del papiloma humano y cambios sexuales posteriores, así que es un mito" aclara la especialista, respecto a la creencia de que luego de la administración pudiese darse una liberación en el comportamiento sexual.
Otro mito que ha creado resistencia a la vacuna es la creencia de que la administración podría causar infertilidad, pero la experta aclara que: "No se ha visto ni infertilidad ni efectos secundarios en general en la evidencia científica en décadas, ya que está vacuna lleva más de quince años".
"Es momento de retomar la vacunación como oportunidad para prevenir el cáncer", es el llamado de la doctora Colón.
Puerto Rico y la lucha frente al VPH
En un informe revelado por la Organización Panamericana de la Salud, se dieron a conocer datos que resaltan la labor, ya que en agosto del 2018 Puerto Rico se convirtió en uno de los primeros cuatro territorios de los Estados Unidos de América en implementar la vacuna contra el VPH como requisito escolar con el fin de disminuir la incidencia de cánceres asociados al VPH en la isla.
En el 2019 se garantizó por ley que todo proveedor de vacunación debe reportar al Registro de Inmunización, por esa razón, especialistas reconocen que el caso de Puerto Rico demuestra que el desarrollo de políticas públicas junto con colaboraciones entre coaliciones académicas, científicas y comunitarias, logran cambios poblacionales y resultados medibles dirigidos a la prevención de VPH.
Aprobación de la vacuna contra el VPH
En el 2006, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos (EU) aprobó la primera vacuna contra el VPH en el mercado, Gardasil ® tetravalente (contra VPH tipo: 16, 18, 6 y 11) para féminas de 9 a 26 años.
De forma continua, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés) de EU recomendó como parte de la rutina de vacunación, la serie de tres dosis de la vacuna contra VPH para niñas de 11 a 12 años. Esto debido a la fuerte respuesta de anticuerpos que se producen luego de la vacunación en esas edades (13).
En el 2009, la FDA aprobó una segunda vacuna, Cervarix® bivalente (contra VPH tipo: 16 y 18) para féminas de 10 a 25 años. En ese mismo año, FDA aprobó el uso de la vacuna Gardasil® tetravalente en varones de 9 a 26 años para prevención de verrugas. Sin embargo, no fue hasta el 2011 que se recomienda la vacuna contra el VPH en varones de 11 a 12 años e incluyendo la prevención a cánceres relacionados a VPH (tales como cáncer de ano y orofaringe).
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