Los esposos retornaron al país después de 22 años de haber salido a estudiar medicina y ahora contribuyen a la salud de Puerto Rico.
Por: Luisa Ochoa
El Dr. Lionel Lázaro, es cirujano ortopeda, especialista en medicina deportiva y preservación de cadera y la Dra. Sheila Pérez Colón, es endocrinóloga pediátrica. La pareja de esposos oriundos de Puerto Rico, salieron del país hace 22 años a estudiar medicina, formarse profesionalmente y abrirse un futuro en el exterior.
Sin embargo, decidieron regresar recientemente para contribuir y brindar sus servicios médicos a la población puertorriqueña. En sus palabras, ha sido la mejor decisión que han podido tomar, ya que los habitantes lo necesitan y en medio de la crisis de profesionales de la salud que vive la Isla, aportar y mejorar la calidad de vida de centenares de pacientes locales tiene un valor incalculable.
“Nosotros nos fuimos de la Isla, siempre pensando que queríamos volver bien preparados para servirle a nuestra gente y nuestro país. Han pasado más de 20 años, pero ya era tiempo de volver”, expresó el Dr. Lionel Lázaro.
Los especialistas han recogido una amplia experiencia médica en hospitales y centros médicos de los Estados Unidos, y esos conocimientos hoy están al servicio de los habitantes puertorriqueños, quienes cuentan con profesionales dispuestos a atenderlos, instruirlos y brindarles una atención integral en salud.
“Yo regreso a Puerto Rico, que era uno de mis más grandes sueños porque sé la necesidad que hay. Me fui junto con mi esposo hace 22 años, estudiamos medicina afuera; la residencia; la especialidad; y trabajamos, pero siempre quisimos volver a la Isla, estar cerca de la familia, de nuestra cultura. Además, sabemos la necesidad que hay de médicos, esto lleva algunos años, pero se ha ido agravando más, y era el tiempo para volver y devolverle al país”, manifestó la Dra. Pérez.
Actualmente, el Dr. Lionel atiende a sus pacientes en el Doctor’s Center Hospital de Puerto Rico y en Sabanera Health en Dorado, y la Dra. Sheila en el Doctor’s Center Hospital de Puerto Rico.
“El puertorriqueño se merece un servicio de medicina de excelencia y que mejor que un puertorriqueño bien entrenado que lo brinde”, complementó el Dr. Lionel.
Desde el área de la ortopedia, el especialista considera que lo más satisfactorio es poder ayudar a un paciente a recobrar su actividad y movilidad y de esta forma, mejorar su calidad de vida.
“Tener la habilidad de ayudarlos, ya sea con procesos no quirúrgicos o cirugía, para resolver ese problema que tienen los pacientes, darles la movilidad otra vez, darles la capacidad de ser feliz, eso me motiva a mí”, afirmó.
El médico, quien también se especializó en preservación de cadera, indica que con la tecnología de los últimos años tiene la capacidad de diagnosticar diferentes afecciones, planificar cirugías y realizar procedimientos mínimamente invasivos, para beneficio de los pacientes puertorriqueños.
“Y no solamente eso, ahora tenemos tecnología dentro de las salas de operaciones que con cada radiografía que hago durante la operación me analiza cada punto. Tener ese feedback intraoperatorio es una cosa brutal como cirujano porque te sientes más conforme y sabes que el trabajo está bien hecho. Ahora usamos una tecnología para hacer cosas que nunca pensamos que podían ser posibles”.
Por su parte, la Dra. Pérez, tiene una pasión por atender a los pacientes pediátricos que padecen diferentes condiciones endocrinas. “Mi recuerdo de niña es que tenía un pediatra y siempre pensaba que quería ser como él. Luego, cuando estudié el sistema endocrino y las hormonas, me interesó porque vi que sí puedo intervenir en un problema con una hormona o deficiencia de una hormona, y traer ese balance para la salud del niño y del adolescente. Hasta el día de hoy me encanta lo que hago”.
La especialista ha laborado en ciudades como Nueva York, Miami y Los Ángeles y eso le ha permitido tener una amplia trayectoria tratando diferentes enfermedades, esas experiencias la han convertido en lo que es hoy.
“Me llena y me satisface cuando puedo ayudar a mis pacientes, sobre todo por ejemplo cuando tienen un diagnóstico nuevo de diabetes, enseñarlos, guiarlos hasta que se sientan tranquilos para manejar la condición, al igual que con condiciones relacionadas con la tiroides”, añadió.
Sin duda, para la pareja de esposos regresar a Puerto Rico se convierte en una motivación más para llevar a cabo su profesión, entre sus anhelos está que las condiciones para los médicos boricuas mejoren.
“Todo tiene que mejorar, la clase médica es necesaria, la compensación de un médico tiene que mejorar aquí en la Isla y a eso vine, a ayudar a mejorar la situación. Yo creo que con ayuda de más médicos que vengamos motivados con ideas de como resolver los problemas que tenemos aquí podemos mejorar”, expresó el Dr. Lionel.
Además, reconoció que desde que se fue del país habría querido volver. “Las oportunidades fuera de Puerto Rico son buenas, pero con el tiempo te vas a dar cuenta de que estar alrededor de puertorriqueños, de tu familia, de tu tierra, tiene un valor que no se puede medir con el signo del dólar”.
“Aquí hay una necesidad grande, nosotros como profesionales de la salud tenemos un deber de ser partícipes, yo encuentro que Puerto Rico tiene un valor grandísimo, el potencial de las personas que viven en la isla, es incomparable” complementó.
Finalmente, la especialista compartió un mensaje para los nuevos profesionales de la salud que piensan en emigrar. “Les digo a todos mis colegas y a los que se están graduando ahora que sienten que quisieran estar en la Isla, pero que la situación actual no les permite, que lo consideren. Nosotros, Lionel y yo, lo consideramos por muchos años y ha sido la mejor decisión. Aquí se necesitan doctores, aquí damos un trato fenomenal, la población puertorriqueña necesita buenos médicos y lo somos, nos preocupamos mucho por los pacientes y la población nos necesita, tanto pediátrica como adultos”.
“Espero que más médicos vengan a Puerto Rico”, concluyó la doctora.