Los moretones son el resultado de la rotura de vasos sanguíneos bajo la piel y atraviesan un proceso de cambio de color que refleja su curación.
Por: Katherine Ardila
Un moretón puede parecer una simple marca en la piel, pero detrás de esa mancha colorida hay un complejo proceso biológico en marcha. Según especialistas de Verywell Health y Cleveland Clinic, la mayoría de los hematomas desaparecen en aproximadamente dos semanas, aunque este plazo puede variar dependiendo de factores como la edad, el estado de salud general y la ubicación de la lesión.
Si bien generalmente no representan gravedad, entender su evolución y reconocer cuándo requieren atención médica es fundamental para el autocuidado.
¿Qué es un moretón y cómo evoluciona?Un moretón, también conocido como hematoma o contusión, se produce cuando pequeños vasos sanguíneos bajo la piel se rompen a causa de un golpe, mientras la superficie cutánea permanece intacta:
Inicialmente, el hematoma se ve rosado o rojizo debido a la presencia de hemoglobina fresca bajo la piel.
A las 24-48 horas, el tono evoluciona a azul o púrpura oscuro. Esto ocurre porque la hemoglobina comienza a descomponerse por la acción enzimática, y la falta de oxígeno en la zona acumulada intensifica este color.
Entre el tercer y quinto día, el moretón adquiere un tono verdoso, señal de que la biliverdina (un pigmento biliar) aparece como producto intermedio de la degradación de la hemoglobina.
Finalmente, hacia el séptimo día o más, la zona se vuelve amarillenta o marrón, indicando la transformación de la biliverdina en bilirrubina, que será reabsorbida gradualmente por el torrente sanguíneo para su eliminación. Este proceso culmina cuando la piel recupera su color normal, generalmente en dos semanas, aunque en hematomas profundos puede extenderse.
Cada cambio cromático, por tanto, es un indicador de que el organismo está avanzando en la reparación del tejido dañado. Sin embargo, si un moretón no sigue esta secuencia o persiste sin mejorar, podría sugerir complicaciones como infecciones o trastornos de coagulación, requiriendo evaluación médica.
Tipos de hematomasExisten diferentes tipos de hematomas según el tejido afectado: intramusculares (en el músculo), periósticos (en el hueso, considerados los más graves) y subcutáneos (bajo la piel). Las causas más comunes incluyen caídas, lesiones deportivas, accidentes de tráfico y golpes directos.
Cabe destacar que, desde Cleveland Clinic advierten que ciertos grupos tienen mayor propensión a desarrollarlos: personas mayores, quienes usan anticoagulantes, o aquellos con trastornos de coagulación, enfermedades hepáticas o déficit de plaquetas. Estos mismos factores, además, pueden alargar el tiempo de recuperación.
Cuidados básicos para de un moretónLa forma en que manejemos un moretón desde el primer momento puede influir significativamente en su evolución. Los especialistas recomiendan aplicar hielo envuelto en una toalla durante intervalos de hasta quince minutos cada hora, especialmente dentro de las primeras 48 horas, para reducir la inflamación y favorecer la cicatrización.
También es útil elevar la zona afectada por encima del nivel del corazón, ya que esto previene la acumulación adicional de sangre. El reposo es clave, y para el manejo del dolor puede considerarse el uso de analgésicos de venta libre como el paracetamol, siempre bajo supervisión médica.
Por el contrario, se debe evitar aplicar calor en las primeras 48 horas, intentar drenar el hematoma o forzar la zona lesionada. Ignorar el dolor o la hinchazón puede empeorar la lesión.
En cuanto a la prevención, se sugiere mantener los espacios del hogar libres de obstáculos y bien iluminados, usar equipo de protección adecuado durante la práctica deportiva —como cascos, rodilleras o espinilleras— y no subestimar la importancia del cinturón de seguridad en vehículos.
Cleveland Clinic sugiere también extremar precauciones al subir escaleras o manipular objetos pesados. En casos de hematomas recurrentes, el personal sanitario puede recomendar dispositivos de protección personalizados para zonas vulnerables.
Señales de alerta: cuándo es necesario consultar al médicoAunque la mayoría de los moretones se resuelven sin complicaciones, hay situaciones que exigen atención médica inmediata. Entre los signos de alarma se incluyen: dolor extremo, hematomas muy extensos, aparición de moretones en áreas sensibles como ojos, cabeza o cuello, o aquellos que surgen sin causa aparente.
También debe buscarse ayuda profesional si hay indicios de infección, como fiebre, pus o vetas rojas alrededor de la lesión, si el hematoma persiste más de dos semanas sin mejorar, o si el dolor y la hinchazón empeoran con el tiempo.
Quienes siguen tratamientos anticoagulantes o tienen diagnosticados trastornos de coagulación deben mantenerse especialmente vigilantes. La orientación es que en caso de duda sobre la evolución de un hematoma o ante cualquier síntoma inusual, lo más seguro es consultar con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico preciso y las indicaciones adecuadas. Priorizar la seguridad nunca está de más.