Científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, han liderado un estudio que ha demostrado en ratones que una deficiencia en el metabolismo de las hormonas tiroideas puede derivar en trastornos mentales.
Paula Alejandra Rojas Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, han liderado un estudio que ha demostrado en ratones que una deficiencia en el metabolismo de las hormonas tiroideas puede derivar en trastornos mentales. Se debe tener en cuenta que estudios previos han demostrado que estas hormonas son esenciales en el desarrollo y funcionalidad del cerebro y, para que proporcione unos niveles cerebrales apropiados, es fundamental la actividad de la proteína 'desyodasa tipo 2'. Los investigadores evaluaron mediante pruebas de comportamiento las capacidades de aprendizaje y memoria y conductas de ansiedad en ratones adultos deficientes de la proteína D2. Además, analizaron el estado tiroideo en dos regiones cerebrales involucradas en estos procesos conductuales: la amígdala y el hipocampo. Así, los resultados revelaron que los ratones deficientes de D2 no presentan alteraciones en el aprendizaje y la memoria espacial, que dependen del hipocampo. Sin embargo, los ratones sí presentaron disfunciones emocionales, ya que tienen potenciada la memoria del miedo, además de un aumento en la conducta de ansiedad. Todos estos procesos que dependen de una correcta función de la amígdala cerebral, una región del sistema límbico. Por otra parte, otro estudio reveló que a pesar de la posible implicación de la amígdala en estos trastornos emocionales, el gen que codifica la D2 no se expresa en esta estructura en ratones adultos, mientras que sí aparece en otras regiones, como el hipocampo. Según uno de los investigadores, la evaluación del estado tiroideo de la amígdala y el hipocampo reveló que ambas estructuras cerebrales presentan un estado de hipotiroidismo en los ratones deficientes de D2. En la amígdala, este estado de hipotiroidismo parece estar asociado con un descenso en la expresión de una proteína ligadora de calcio, Calb2, que podría estar afectando a la actividad neuronal en esa estructura y, de este modo, podría contribuir a los trastornos emocionales observados. Por medio de estas investigaciones se pone de manifiesto la importancia de mantener niveles apropiados de hormona tiroidea en el cerebro, en especial mediante la generación local de T3, para evitar trastornos emocionales.