En Puerto Rico el suicidio es la tercera causa de muerte violenta.
Durante un curso sobre ética un estudiante le expresó al profesor: la vida no está completa sin la opción de la renuncia y el suicidio. Ambas son soluciones radicales, pero en la que el suicido opaca todo otro tipo de solución. La renuncia a un trabajo en el que la persona es atropellada, humillada y marginada se justifica totalmente renunciar a esa labor.
El escritor argelino, Albert Camus, en su ensayo “El Mito de Sísifo” publicado en el 1942 plantea directamente en la primera página, “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio”. Pero esto es un problema personal, no colectivo. Muy pocas personas recurren al suicidio, aún ante situaciones desesperantes y claramente angustiantes.
El psiquiatra, Víctor Frankel, quien estuvo prisionero en varios campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial en su libro, “El Hombre en Busca de Sentido”, cita la frase de Federico Nietzsche, “Aquel que tiene un sentido de la vida, un por qué vivir puede resistir casi cualquier cómo vivir”.
En Puerto Rico el suicidio es la tercera causa de muerte violenta. Durante los años 2000 al 2016 se informaron 5, 187 muertes por suicidio, un promedio anual de 305 suicidios. Esto equivale a una tasa de 8.2 muertes por suicidio por cada 100,000 habitantes. El ahorcamiento es la forma más frecuentemente utilizada para el suicidio y los hombres se suicidan más frecuentemente que las mujeres.
Sin embargo, las muertes por profesión no se informan en Puerto Rico. En Estados Unidos sí existen datos sobre la incidencia de muertes por profesionales y la comparación de suicidios con la población general.
En un reciente artículo de una revista de salud mental se listan las once profesiones con tasas más altas en suicidios. En orden de frecuencia las profesiones con tasas más altas de suicidios son: los médicos, dentistas, oficiales policíacos, veterinarios, financieros, agentes de bienes raíces, electricistas, abogados, agricultores, farmacéuticos y químicos.
Los médicos se suicidan 1.87 veces más frecuentemente que otras ocupaciones. Se estima que 4% de las muertes de los médicos se deben al suicidio. Los factores que inciden en esa alta tasa de suicidios son: largas horas de trabajo, pacientes muy exigentes, demandas por responsabilidad profesional, los altos costo de la educación médica y de educación médica continua. Además se cree que el acceso a los medicamentos explica esa alta tasa de suicidios en los médicos. Los médicos deben tolerar situaciones estresantes mejor que otros profesionales. Adicionalmente, los médicos si se deprimen rehúsan buscar ayuda psiquiátrica por temor a ser marcados como padeciendo de enfermedad mental. Un número significativo de médicos utilizan medicamentos para quitarse la vida.
Los dentistas ocupan el segundo lugar entre los profesionales suicidas. Se suicidan 1.67 más veces que otros trabajadores. Si a muchas personas les aterra ir al dentista por el estrés que la visita le causa, a los dentistas los acosa el perfeccionismo, las quejas de los pacientes y el estrés. Se sabe también que los dentistas tienen una mayor incidencia de enfermedades mentales, pero al igual que los médicos no acuden a los profesionales de salud mental para tratamiento.
Los oficiales de la policía se suicidan 1.54 veces más que la población general. Los oficiales policiacos están sometidos a riesgos físicos y mentales, trabajan por largas horas y padecen de depresión. La incidencia de suicidio es más alta en las mujeres policías y en policías afroamericanos que los oficiales de policía blancos. Pero mueren más policías por asesinato que por suicidios.
Los veterinarios son el cuarto grupo de profesionales con un alto riesgo de suicidio, se suicidan 1.54 más veces que la población general. Este es un trabajo que necesita unas técnicas especiales, tienen que realizar diagnósticos con poco margen de error, en animales que no pueden explicar los síntomas. Al igual que los médicos no recurren a ayuda profesional para sus episodios de depresión. Es por eso que tienen una tasa alta de suicidios entre todos los profesionales.
Los financieros son el quinto grupo a riesgo de suicidio, se suicidan 1.51 veces más que la población en general. A pesar de que tienen unos ingresos altos también tienen una tasa alta de suicidios particularmente cuando la economía ha entrado en una recesión. Existe una correlación entre la incidencia de suicidios y el estado de la economía. Si la asesoría que hacen a sus clientes resulta en pérdidas económicas eso les crea un sentido de culpabilidad que puede contribuir al suicidio.
Los agentes en bienes raíces son el sexto grupo de profesionales con una alta tasa de suicidios, se suicidan 1.38 más veces que la población en general. Ese riego varía con las fluctuaciones en la venta de propiedades. Las pobres ventas significan menos ingresos y lleva a unos grados de estrés bien altos, depresión y suicidio.
Los electricistas son el séptimo grupo con una alta incidencia de suicidio, tienen una tasa de suicidio 1.36 veces que la de la población en general. Aunque los electricistas no tienen problema en conseguir empleo pero están sometidos a un alto grado de estrés, depresión y suicidio.
Los abogados son el octavo grupo de profesionales con una alta tasa de suicidios. Su educación conlleva grandes gastos y eso causa la acumulación de deudas en préstamos estudiantiles. Los estudiantes de leyes se deprimen antes de establecerse como abogados, se estima que hasta 40% de los estudiantes de leyes padecen de depresión. La depresión entre los abogados es 3.6 veces mayor que otras profesiones. Los abogados trabajan por largas horas que le causa un gran estrés. Los abogados se suicidan 1.33 más veces que el ciudadano común. Eso ha dado lugar a que algunos estados hayan implantado evaluaciones psicológicas anuales obligatorias a los abogados.
Los agricultores son el noveno grupo con una tasa alta de suicidios, de 1.32 veces más alta que la población general. La naturaleza inclemente afecta la producción agrícola. Si la producción es baja se afectan las ventas y la economía del agricultor. Con menos dinero para invertir el estrés aumenta, no tiene dinero para comprar la maquinaria y las piezas de reemplazo aumentan los problemas del agricultor. Los agricultores están expuestos a pesticidas que han estado asociados a los suicidios.
Los farmacéuticos son el décimo grupo de profesionales con una alta tasa de suicidios, de 1.29 veces más alta que la población general. Trabajan largas horas, con pocas horas para dormir y descansar. Son responsables de dispensar los medicamentos diariamente, un error en una dosis puede dar lugar a la pérdida del empleo. Es un trabajo que exige perfeccionismo que resulta en estrés. Aunque los farmacéuticos reciben buenos ingresos su labor conlleva una gran responsabilidad. Al conocer de medicamentos eso hace el suicidio por una sobredosis más fácil.
Los químicos componen el grupo undécimo entre los profesionales suicidas ya que se suicidan 1.28 veces más frecuentes que la población general. Por sus estudios conocen las fórmulas que pueden ser letales. Estos científicos conducen trabajos de investigación que son muy estresantes especialmente si la inversión es millonaria y no conduce a nada en particular.
Esas son los profesionales con las tasas de suicidio más altas en Estados Unidos. En nuestro país no tenemos datos similares.
Enrique Vázquez Quintana, MD
Fuentes:
El Mito de Sísifo de Albert Camus
El Hombre en Busca de Sentido de Víctor Frankel
Mental Health Daily 2017