Por vez primera se ha utilizado la inteligencia artificial (IA) para medir de forma instantánea y precisa el flujo sanguíneo y la información obtenida puede predecir las posibilidades de muerte, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, por lo que se podría usar para recomendar tratamientos que podrían mejorar el flujo sanguíneo del paciente y prevenir así estas enfermedades.
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Por vez primera se ha utilizado la inteligencia artificial (IA) para medir de forma instantánea y precisa el flujo sanguíneo y la información obtenida puede predecir las posibilidades de muerte, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, por lo que se podría usar para recomendar tratamientos que podrían mejorar el flujo sanguíneo del paciente y prevenir así estas enfermedades.
Lo explica un estudio del Colegio Universitario de Londres-UCL y el Barts Health NHS Trust (Reino Unido) que se publica en Circulation.
La enfermedad cardíaca es la principal causa mundial de muerte y enfermedad en el mundo. Uno de sus síntomas es un flujo sanguíneo reducido, que a menudo es tratable, debido a una obstrucción de las arterias. Por ello, las guías internacionales recomiendan una serie de evaluaciones para medir el flujo sanguíneo de un paciente, pero muchas son invasivas y con un riesgo añadido, informó ABC.
Una de estas técnicas es la resonancia magnética cardiovascular (RMc), pero hasta ahora, las imágenes obtenidas han sido increíblemente difíciles de analizar de una manera lo suficientemente precisa como para ofrecer un pronóstico o recomendar un tratamiento.
Detalles del estudio
En este trabajo los investigadores trabajaron con imágenes RMc de rutina de más de 1.000 pacientes y utilizaron una nueva técnica automatizada de inteligencia artificial para analizar las imágenes. De esta forma, pudieron cuantificar de manera precisa e instantánea el flujo sanguíneo.
Al comparar los resultados del flujo sanguíneo generado por la IA con los datos clínicos de cada paciente se descubrió que aquellos con flujo sanguíneo reducido tenían más probabilidades de tener complicaciones, incluyendo muerte, infarto, ictus e insuficiencia cardíaca.
"El poder predictivo y la fiabilidad de la IA fueron impresionantes. Los cálculos se producían al mismo tiempo que era escaneado el paciente y los resultados se entregaron de inmediatamente a los médicos", destaca Kristopher Knott, autor del estudio. Y, debido a que un flujo sanguíneo deficiente es tratable, añade, "estas predicciones más exactas conducen a una mejor atención al paciente, además de facilitarnos información sobre cómo funciona el corazón".