Diagnosticado con perlesía cerebral con ataxia y atetoide, lo que significa falta de coordinación motora y problemas de comunicación, su condición no fue una barrera para alcanzar sus metas
Detalles en la condición
La perlesía cerebral o “parálisis cerebral” es una alteración permanente y no progresiva en el desarrollo; es causada por un daño en el cerebro inmaduro, antes o después del nacimiento. Los desórdenes psicomotores de la perlesía cerebral podrían estar acompañados de problemas motores: tensión en las extremidades y dificultad para moverse con agilidad y rapidez, sensoriales: visión y/o audición, cognitivos: percibir, razonar, de aprendizaje, lenguaje y/o comunicación. En algunas ocasiones, puede ocurrir una deficiencia intelectual, convulsiones o dificultades para la respiración, alimentación y digestión.
La incidencia de esta condición -la discapacidad motora infantil más frecuente- según los más recientes datos de la CDC en 2017 es que se ha descubierto parálisis cerebral en aproximadamente 1 de cada 345 niños.
La perlesía cerebral no tiene cura conocida. Sin embargo, el diagnóstico e intervención temprana permiten neutralizar las consecuencias de la condición sobre la capacidad funcional del paciente y facilita que logre su óptima independencia.