El tractografía por tensor de difusión se podría utilizar para monitorizar la enfermedad y poder predecir la aparición de posibles complicaciones cognitivas asociadas a la afección.
Investigadores del Instituto Científico San Raffaele de Milán, Italia, han identificado mediante un tipo de resonancia magnética cambios estructurales en el cerebro que pueden vincularse con el deterioro cognitivo que causa el párkinson.
El hallazgo, publicado en la revista Radiology, podría abrir la puerta al uso de la tractografía por tensor de difusión para monitorizar la enfermedad y poder predecir la aparición de posibles complicaciones cognitivas, según reconocen los autores del estudio.
Este trastorno neurodegenerativo se caracteriza por temblores y rigidez en las extremidades y alteraciones del equilibrio pero, a medida que la enfermedad avanza, un 25% de los pacientes desarrollan un deterioro cognitivo leve que puede afectar al pensamiento, la memoria o el lenguaje. De hecho, quienes lo sufren tienen más riesgo de demencia.
En la investigación, los investigadores utilizaron la tractografía para buscar diferencias en las redes neuronales de 170 pacientes con párkinson con y sin deterioro cognitivo leve, comparando además los resultados con los de 41 sujetos sanos.
De este modo, identificaron unas alteraciones significativas en la red neuronal que sólo estaban presentes en los pacientes con deterioro cognitivo leve. Las mediciones del movimiento y la difusión del agua en el cerebro, un indicador de la condición de la materia blanca portadora de la señal del cerebro, fueron igualmente diferentes en estos pacientes.
Un hallazgo que, según los investigadores, muestra como el deterioro cognitivo de los pacientes con párkinson es probablemente consecuencia de una interrupción de complejas redes de estructuras cerebrales, en lugar de deberse a una degeneración de compartimentos individuales de la materia blanca. Además, los resultados pueden ofrecer marcadores para diferenciar los pacientes con párkinson con y sin déficit cognitivo, ha explicado Federica Agosta, una de las autoras del estudio.
Los investigadores han obtenido también datos mediante una resonancia magnética funcional del estado de reposo de los pacientes y planean estudiar las alteraciones asociadas con el deterioro cognitivo del párkinson para ver si hay anomalías estructurales y funcionales que estén interrelacionadas.
Publicado en Radiology.