La enfermería oncológica, la especialidad no solamente trata los aspectos clínicos del paciente. También trata aspectos personales e íntimos del paciente
Jean Mitchelle Vélez Caraballo
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Para que un trasplante de médula ósea sea exitoso, se necesita un gran equipo de especialistas en la salud. Entre ellas, los profesionales en enfermería, ya que juegan un importante rol que inicia con la admisión del paciente. Para el caso de la enfermería oncológica, la especialidad no solamente trata los aspectos clínicos del paciente. También trata aspectos personales e íntimos del paciente.
En turnos rotativos de 24 horas, 7 días a la semana, un grupo de profesionales en enfermería del programa de Trasplante de Médula Ósea del Hospital Auxilio Mutuo, se encarga del cuidado integral de los pacientes que están por recibir uno de estos trasplantes o que ya fueron trasplantados.
En la unidad existen dos grupos de enfermeras que trabajan como una sola unidad. Esto se debe a que deben trabajar en equipo, siempre unidos en pro de la recuperación del paciente.
Uno de estos grupos se encarga de coordinar lo necesario del trasplante del paciente. Es decir, preparan los análisis y laboratorios, contaje de células y monitorean constantemente la salud del paciente. El otro se dedica a la terapia de quimioterapia, tras haber sido aprobado el trasplante de médula ósea.
Con el fin de mantener su exitoso nivel de atención y acompañamiento, las enfermeras y enfermeros hacen rondas multidisciplinarias cada día en las que son acompañados por el nutricionista, trabajador social, planificador de alta y médicos tratantes para discutir cada caso de manera individual.
Por cada enfermera hay dos pacientes, desde el inicio. Nosotros no tenemos que esperar por órdenes médicas. Tenemos una orden estandarizada dada por los médicos en los que nos entregan ciertos privilegios como poner dispositivos de oxígeno, no activar la clave naranja y otros adicionales. Todos aquí somos enfermeros certificados en oncología y tomamos el curso de trasplante de médula", mencionó Luz Ortiz Calderón, enfermera y supervisora clínica de la unidad de trasplante de médula del hospital.
A nivel ambulatorio la enfermera debe tener otro juicio y preparación clínica, donde lo difícil de un trasplante de Médula Ósea sucede luego de la intervención.
Esa enfermera debe reconocer e identificar qué está pasando con el paciente. Debe saber si está ocurriendo una reacción común que se desarrolla tras el procedimiento o si es parte del trasplante, mucho más si es alogénico. Se debe tener cuidado cuando el paciente o sus familiares alertan de síntomas que en realidad no suponen un riesgo. Por otra parte, el ambulatorio es un grupo de cuidado holístico en el que los enfermeros hacen un compendio de la vida privada del paciente en sus aspectos sociales, culturales, espirituales y clínicos. Tomamos en consideración lo espiritual por pacientes que sí han recibido su trasplante siendo Testigos de Jehová los cuales no aceptan sangre. Lo que es un tanto contradictorio, pero es una sangre de ellos procesada, no es sangre de otra persona ni de un animal y han sido trasplantes exitosos", reconoció Jennifer López Santiago, enfermera y coordinadora del programa.
Desde que llega el paciente y se admite siempre tiene que estar con un cuidador. Por lo tanto, se le orienta de las facilidades de la unidad. Posteriormente, comienzan con un régimen de quimioterapias porque las enfermeras los preparan con estudios previos y pruebas laboratorios, muestras de compatibilidad, entre otros.
Se colectan todos los laboratorios y estudios para poder discutir con el doctor el tratamiento, el tipo de trasplante [...] Una vez acaba el trasplante, las enfermeras regresan a realizar laboratorios que se hacen tres veces en semana que son de rutina (CBC) y una química para darle reemplazo si hace falta. Se va soltando poco a poco al paciente", explicó Jackeline Pabón Méndez enfermera OPD de la unidad.
Una vez preparado se integran a la unidad donde comienzan con un régimen de quimioterapia y radio. Nos enfocamos en la quimio, en el día cero que es el día del trasplante. Se le insertan las células madres al paciente en la habitación y eso nos distingue. Se admite con la familia, se hace un party con la familia, como quien dice, hacemos fiesta, porque nosotros decimos que el paciente vuelve a renacer. Decoramos toda la habitación, porque la parte emocional en el paciente es bien importante. La recuperación también tiene que ver con lo emocional. Si empezamos bien, por qué no terminar bien", argumentó Ortiz Calderón, quien hizo hincapié en que la decoración en la habitación es a discreción del paciente y si acepta, el motivo es de cumpleaños.
La familia está presente dentro de la misma habitación donde se lleva a cabo la intervención, que puede durar hasta una hora dependiendo del tipo de trasplante. Una vez acaba el proceso, se le pone una prehidratación, se le da antibióticos, antifungales, porque el paciente puede desarrollar mucositis a causa del trasplante.
Cada paciente se convierte en un familiar
Otra cualidad que las enfermeras oncológicas tienen que desarrollar y tener presente cada segundo es la empatía hacia el paciente.
Me gusta interactuar con los pacientes, darle esa esperanza de vida y ver el agradecimiento, porque uno no hace las cosas esperando algo a cambio, pero el tú sentirte que impactaste la vida de una persona, eso te toca. Ver que esa persona puede ser tu mamá, tu esposo, tu hijo, esas son las cosas que llenan de satisfacción", admitió la supervisora clínica.
Es un área satisfactoriamente, comparativamente con enfermería u otras áreas de oncología. Es un área donde el paciente puede llegar a ti gravemente tras el embate de varios tratamientos, lo recuperas, le haces un trasplante y sale de tu oficina caminando. Hemos tenido pacientes que llegan en silla de rueda, dolores, con múltiples lesiones líticas que no pueden caminar y hoy día el paciente está caminando llevando una vida de calidad. Una vida normal. Es una parte que más me atrae de lo que es trasplante de médula ósea", aseguró López.
Ante el posible riesgo de mortalidad del paciente, donde en esta unidad el porcentaje es mínimo, las enfermeras crean un lazo familiar donde el paciente se siente cómodo con la atención de cada trabajadora. No obstante, las profesionales se encuentran adiestradas para momentos difíciles donde tienen que manejar emociones en casos de complicaciones o muerte.
De la mano del oncólogo y hematólogo Alexis Cruz Chacón, se han logrado 100 trasplantes autólogos y 16 alogénicos en éxito.