Investigadores de la Universidad de Bergen, Noruega, han analizado el impacto del tratamiento de diferentes enfermedades en el desarrollo del párkinson y han visto que, mientras que la medicación contra el asma reduce a la mitad el riesgo de desarrollar esta patología neurodegenerativa, la de la hipertensión lo duplica.
Así se desprende de un estudio publicado en la revista Science sobre los registros de prescripción de medicamentos de Noruega desde 2004, lo que incluye un total de 100 millones de recetas y unos mil medicamentos.
Los autores observaron que el tratamiento farmacológico del párkinson se relacionaba con un mayor número de prescripciones de tratamientos para el asma y la presión arterial alta, lo que llevó a los investigadores a ver una posible conexión entre estos medicamentos y la enfermedad.
El análisis noruego se produce después de que investigadores de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, que también colaboraron en el estudio, ya observaran los efectos opuestos de ambos tratamientos en investigaciones con animales y en modelos celulares.