En ocasiones, el día en que un cirujano opera a un paciente de melanoma, este deja de recibir otros tratamientos ya que se le considera ‘libre de cáncer’.
El análisis de vesículas extracelulares y ADN circulante en los drenajes que se implantan después de la cirugía, y que normalmente se desechan como ‘desperdicio’, identifica a pacientes de melanoma en riesgo de recaída y, por lo tanto, determina qué pacientes deberían someterse a terapias adicionales tras la cirugía. Esta técnica podría revolucionar el seguimiento de la progresión de este tipo tumoral, que cuenta con una tasa de recaída del 50%.
En ocasiones, el día en que un cirujano opera a un paciente de melanoma, este deja de recibir otros tratamientos ya que se le considera ‘libre de cáncer’. Sin embargo, si se le realizara un sencillo análisis en el drenaje que se extrae después de la cirugía y que se desecha como ‘desperdicio’, este análisis –la llamada biopsia líquida– podría indicar si el paciente acabará teniendo una recaída, lo que aconsejaría continuar con terapias adicionales para prevenirla.
Peinado decidió explorar el potencial de la técnica mediante el análisis conjunto de vesículas extracelulares y ADN circulante –ADN del tumor que circula por los fluidos del organismo del paciente–, ya que “nuestro objetivo principal no era saber qué fracción específica lleva las señales rastreables de melanoma, sino aumentar la sensibilidad del test”.
Con los resultados en la mano, este análisis se podría incorporar ya en los hospitales. “Está realizada en colaboración con laboratorios de diagnóstico clínico y sería fácilmente aplicable en clínica. Solo haría falta recogerel seroma y establecer un protocolo para su recogida, almacenaje y análisis”, continúa explicando Peinado.
Aplicable a otros tipos de cáncer
Esta biopsia líquida es aplicable a otros tipos de cáncer, como mama y todos aquellos en los que al paciente se le realice una linfadenectomía –la extracción de los ganglios linfáticos para observar si hay presencia tumoral– y se le implante un drenaje tras la operación. Además, aunque este trabajo se ha centrado en el gen BRAF, se podría aplicar a otras pruebas para mutaciones en otros genes relacionadas con otros tumores.
Sin embargo, y como cada vez es más habitual someter a los pacientes a tratamientos en lugar de a cirugías, es de prever que el protocolo de analizar el seroma exudativo se utilice cada vez menos. Por ello, el grupo está evaluando la posibilidad de realizar la biopsia líquida directamente en plasma, a través de una muestra de sangre. “Todo parece indicar que se podrá”, dice Peinado, “pero debemos confirmarlo con más investigación”.