Esta estructura anatómica ha sido posible gracias al examen de unas fibras que conectan dos de los componentes del ligamento colateral lateral
Agencia Sinc
Los ligamentos de la articulación del tobillo son unas estructuras que se encuentran agrupadas por dos grandes complejos ligamentosos: el ligamento colateral lateral —situado en la parte lateral de la articulación y formado por tres ligamentos que son independientes entre sí— y el ligamento colateral medial o ligamento deltoideo. Ahora, científicos de la Universidad de Barcelona (UB) han definido una nueva estructura anatómica en esta articulación: el complejo ligamentoso fibulotalocalcáneo lateral (LFTCL, por sus siglas en inglés).
La descripción de esta estructura anatómica ha sido posible gracias al examen de unas fibras que conectan dos de los componentes del ligamento colateral lateral. Además, por primera vez se describe una de las partes de esta nueva estructura como intraarticular. Estos resultados, publicados en Knee Surgery, Sports Traumatology, Arthroscopy, cambian la comprensión de esta articulación y podrían explicar por qué muchos esguinces de tobillo producen dolor incluso meses o años después de la lesión inicial.
Los ligamentos laterales del tobillo son los que se lesionan con más frecuencia en el cuerpo humano, especialmente a causa de los esguinces de tobillo. Es más, la mayoría de las personas que sufren esta lesión tienen molestias en el tobillo que se alargan en el tiempo, y una tendencia a sufrir un nuevo esguince que hasta ahora la medicina no ha podido explicar.
Estos resultados permitirían explicar por qué muchos esguinces producen dolor aunque la persona siga el tratamiento recomendado por su médico o fisioterapeuta. “Al ser intraarticular, el ligamento no cicatriza y la inestabilidad de la articulación les sigue produciendo dolor y hace que estos pacientes tengan muchas posibilidades de sufrir más esguinces y de desarrollar otras lesiones en el tobillo”, destaca Francesc Malagelada.
Además de la observación anatómica en las disecciones realizadas en la Universidad de Barcelona, los investigadores han estudiado cómo se comportan dinámicamente los ligamentos. “El fascículo superior del ligamento talofibular anterior, además de ser intraarticular, no es una estructura isométrica, es decir, que se relaja cuando el pie está en flexión dorsal, y se tensa cuando está en flexión plantar. En cambio, el fascículo inferior, las fibras arciformes y el ligamento calcaneofibular –es decir, el complejo ligamentoso descrito– son estructuras extraarticulares y sí que son isométricas, por lo que siempre están en tensión en cualquier posición del pie”, concluye M.ª Cristina Manzanares.
Debido a la gran novedad que representa esta estructura, se han iniciado varios proyectos de investigación sobre su biomecánica, histología y clínica, coordinados por este equipo de la UB y en colaboración con Roure, de la Universidad Politécnica de Cataluña; James Calder, del Imperial College de Londres, y Gino Kerkhoffs, de la Universidad de Ámsterdam. Se trata de un proyecto financiado por el Grupo de Investigación y Estudio en Cirugía Miniinvasiva del Pie (GRECMIP).