La vitamina C tiene múltiples beneficios nutricionales, es importante incluirla en la dieta debido a que el cuerpo no la produce.
Por: Mariana Mestizo Hernández
La vitamina C también llamada ácido ascórbico, es un nutriente esencial para el desarrollo, el crecimiento y la reparación de los huesos, de la piel y del tejido conjuntivo, el que une otros tejidos, órganos y está formado por tendones, ligamentos y vasos sanguíneos.
Asimismo, ayuda a mantener sanos los dientes y las encías, además de colaborar con el organismo en la absorción del hierro, lo que es necesario para producir glóbulos rojos (eritrocitos), contribuyendo a la curación de quemaduras y de heridas.
Entre los alimentos que se les atribuye un alto contenido de vitamina C se incluyen los cítricos, los tomates, las patatas, el brécol o brócoli, las fresas y los pimientos.
Por ello, así como la vitamina E, la vitamina C es antioxidante, es decir, protege las células contra el daño de los radicales libres, las cuales son subproductos de la actividad normal de las células y que participan en las reacciones químicas en el interior de estas. Algunas de estas reacciones producen daños a lo largo de la vida. Es determinante incluirla en la dieta debido a que el cuerpo no la produce.
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Radicales libres
Por consiguiente, los especialistas aseguran que la acumulación de radicales libres con el tiempo es ampliamente responsable del proceso de envejecimiento, además, pueden jugar un papel clave en el desarrollo de enfermedades como cáncer, padecimientos del corazón y los trastornos inflamatorios como la artritis.
Dosis recomendada
Por ello, según expertos, la cantidad diaria adecuada de vitamina C es de 75 miligramos al día para las mujeres y 90 miligramos para los hombres. Mientras que durante el embarazo, se recomiendan 120 miligramos cada día. Cabe resaltar que el límite máximo para todos los adultos es de 2.000 miligramos diarios.
Posibles efectos secundarios
Ahora bien, los especialistas han señalado que es poco probable que un exceso de ingesta de vitamina C en la alimentación sea perjudicial, no obstante, grandes dosis de consumo de la misma, pueden causar algunos efectos secundarios como lo son:
- Diarrea
- Náuseas
- Vómitos
- Acidez estomacal
- Calambres estomacales (abdominales)
- Dolor de cabeza
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Interacciones
La vitamina C puede interferir en la absorción y función de ciertos fármacos tales como:
Aluminio: tomar vitamina C puede aumentar la absorción de aluminio de medicamentos que contienen aluminio, como aglutinantes de fosfato. Puede ser dañino para las personas con problemas renales.
Quimioterapia: existe la inquietud de que el uso de antioxidantes, como la vitamina C, durante la quimioterapia podría reducir el efecto de los medicamentos de quimioterapia.
Estrógeno: tomar vitamina C con anticonceptivos orales o terapia de reemplazo hormonal podría aumentar los niveles de estrógeno.
Inhibidores de la proteasa: el uso oral de vitamina C podría reducir el efecto de estos medicamentos antivirales.
Estatinas y niacina: cuando se toman con vitamina C, los efectos de la niacina y las estatinas, que podrían ser beneficiosas para las personas con colesterol alto, podrían verse reducidos.
Warfarina (Jantoven): la vitamina C en dosis altas podría reducir la respuesta a este anticoagulante.
Fuentes consultadas aquí, aquí y aquí.