La prevalencia de reflujo gastroesofágico en Estados Unidos se encuentra en un 18 % a 28 %.
Por: Luisa Ochoa
Un estudio comprobó que el ayuno intermitente puede disminuir el tiempo de exposición al ácido y mejorar los síntomas de las personas que tienen sospecha de tener reflujo gastroesofágico.
La investigación estadounidense, publicada en versión electrónica en Journal of Clinical Gastroenterology, incluyó a 25 personas con presuntos síntomas de reflujo gastroesofágico que se sometieron a una monitorización del pH durante 96 horas.
El estudio fue completado por 25 participantes; la edad promedio era de 43,5 años y el 52 % eran mujeres. El 44% eran de raza blanca y el índice de masa corporal medio era de 25,8 kg/m2.
Cabe aclarar que se excluyeron a los pacientes menores de 18 años, a las mujeres embarazadas, a los que tenían diabetes insulinodependiente y a los que habían utilizado inhibidores de la bomba de protones en los siete días anteriores, aunque también hubo otros criterios de exclusión.
A los pacientes se les pidió que siguieran su dieta normal durante las primeras 48 horas y durante las segundas 48 horas se les pidió que cambiaran a un ayuno de 16 horas. Posteriormente, tuvieron un intervalo de alimentación de 8 horas.
Se consideraba que tenían éxito los participantes que ayunaban durante al menos 15 horas, tal y como se indicaba en un registro de alimentos autoinformado.
El ayuno intermitente mejora los síntomas del reflujo
De acuerdo con el estudio, solo el 36 % de los pacientes cumplieron plenamente el ayuno intermitente. El 84 % lo cumplieron parcialmente, lo que se definió como el seguimiento del esquema durante al menos 1 de los 2 días de ayuno intermitente.
En los días de ayuno intermitente, el tiempo medio de exposición al ácido fue de 3,5 %, en comparación con el 4,3 % de la dieta de referencia. El equipo calculó que el cumplimiento del esquema de ayuno intermitente redujo 0,64 % el tiempo medio de exposición al ácido.
El ayuno intermitente también se asoció a una reducción de las puntuaciones totales de los síntomas de reflujo gastroesofágico, de 9,9, tras el cuarto día, a 14,3 tras el segundo. Las puntuaciones de los síntomas de acidez se redujeron 2,6 y las de reflujo 1,8.
Cuando los investigadores compararon a los individuos que cumplieron con el ayuno intermitente con los que solo lo hicieron parcialmente, descubrieron que seguía habiendo una mejora en los síntomas de reflujo gastroesofágico, con una reducción de las puntuaciones de 3,2.
Más ácido, más beneficios en el control del reflujo
Al respecto, el autor principal, Dr. Jiang de la División de Enfermedades Gastrointestinales y Hepáticas de la Facultad de Medicina Keck de la University of Southern California, indicó que los hallazgos podrían tener varias explicaciones.
"Los participantes que tenían al inicio una elevada exposición al ácido y que eran más propensos a tener un diagnóstico de reflujo gastroesofágico basado en la monitorización del pH parecían experimentar el mayor beneficio del ayuno intermitente", afirmó.
También añadió que, "en este estudio se analizaron a todas las personas con síntomas de reflujo gastroesofágico. Pero si se hiciera otro estudio en personas con reflujo gastroesofágico comprobado, podrían experimentar un mayor impacto con el ayuno intermitente".
Se necesitan estudios de seguimiento más amplios y prolongados
Por su parte, el Dr. Luigi Bonavina, del Departamento de Ciencias Biomédicas para la Salud de la Universidad de Milán, Istituto di Ricovero e Cura a Carattere Scientifico (IRCCS) Policlinico San Donato, comentó que era un "estudio bien realizado y original".
"Cabe hacer notar que solo en un estudio anterior se exploró el efecto del Ramadán sobre los síntomas de reflujo gastroesofágico y se encontró una pequeña mejora de sus síntomas", dijo el Dr. Bonavina. "Lamentablemente, la magnitud del efecto en el estudio actual no fue la esperada, debido al pequeño tamaño de la muestra y al bajo cumplimiento del ayuno intermitente".
Aunque el efecto fue "leve en comparación con el observado con los inhibidores de la bomba de protones", "sería interesante ver si los resultados de este estudio preliminar, de prueba de concepto, pueden confirmarse a mayor escala con un seguimiento más prolongado, para demostrar que los síntomas de reflujo no empeoran con el tiempo", anotó.
Impacto del reflujo gastroesofágico en la población
La prevalencia de reflujo gastroesofágico en Estados Unidos se estima en 18 % a 28 %. Los costos anuales de este trastorno ascienden a más de 18.000 millones de dólares al año, en gran medida por los tratamientos farmacológicos y las pruebas de diagnóstico, indicó el autor principal del estudio.
Los inhibidores de la bomba de protones son una de las clases de medicamentos más prescritas en Estados Unidos. Sin embargo, la preocupación por los efectos secundarios de estos fármacos a largo plazo, así como el hecho de que la mitad de los pacientes declararon tener síntomas de reflujo gastroesofágico, han generado un interés por los tratamientos sin inhibidores de la bomba de protones en pacientes y médicos por igual.
Sin embargo, el papel de la dieta en el tratamiento del reflujo gastroesofágico sigue siendo poco conocido, a pesar de que la obesidad y el aumento de peso se han relacionado con el reflujo.
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