Estas manifestaciones en la población pediátrica pueden presentarse primero que los síntomas gastrointestinales.
Por: Luisa Ochoa
La enfermedad de Crohn puede desarrollarse a cualquier edad, sin embargo, suele comenzar durante la juventud. Los síntomas principales son: sangre en el inodoro, papel higiénico o en las heces, náuseas y vómitos, fiebre, falta de energía, apéndices en la piel o pérdida de líquido por el ano, llagas en la boca y pérdida de peso.
Algunos niños pueden no tener síntomas durante un largo tiempo, aún años, pero no hay manera de determinar cuándo se producirá la remisión ni cuándo regresarán los síntomas.
Para el Dr. Antonio del Valle, gastroenterólogo pediátrico, es vital la detección temprana y el manejo oportuno de la enfermedad de Crohn en la población pediátrica. Al respecto, enfatizó en visitar regularmente a los pediatras, ya que los niños pueden presentar anemia o falla en el crecimiento, siendo estos síntomas iniciales de la enfermedad de Crohn.
“Esta enfermedad puede afectar el crecimiento, incluso este puede ser el primer síntoma antes de que el niño presente síntomas gastrointestinales. Es bien importante estar pendiente del crecimiento, por eso hay que estar asistiendo al pediatra”, explicó.
A su vez, complementó. “Cuando un niño deja de crecer, hay que hacer una evaluación completa para conocer otras condiciones, pero la enfermedad de Crohn puede presentarse con un fallo en el crecimiento. También está la anemia, que puede ser inicial antes de tener manifestaciones gastrointestinales”.
Hoy en día existen diferentes herramientas y tratamientos para tratar estas enfermedades inflamatorias, con el fin de que los niños no vean afectada su calidad de vida y desarrollo.
Sobre la nutrición, la falta de apetito, diarrea y una mala digestión pueden dificultar la obtención de los nutrientes y las calorías necesarias para el cuerpo. Además, los niños deben comer una amplia variedad de alimentos, beber abundante líquido y aprender a evitar los alimentos que empeoran sus síntomas.
“Hay recomendaciones en términos de la dieta, pero no hay una dieta específica para estos pacientes, porque todos tienen situaciones diferentes. Lo importante es tratar de disminuir las azúcares procesadas y comida ultra procesada”, señaló el especialista.
Cabe mencionar que algunos de ellos tal vez necesiten suplementos, como el calcio o la vitamina D y para el caso de niños que no estén creciendo de acuerdo a su edad, podrían necesitar fórmulas especiales para mejorar su alimentación.
Según el portal Kids Health, los niños y los adolescentes con enfermedad de Crohn se pueden sentir diferentes a los demás, al no poder hacer las cosas que hacen sus amigos, sobre todo durante las crisis, lo que dificultaría su normal desarrollo en la sociedad.
Esta enfermedad, que puede tener una predisposición genética, presenta factores de riesgo asociados a: la edad, el tabaquismo, factores ambientales, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y antecedentes familiares. Se estima que 1 de cada 5 personas con la enfermedad de Crohn tiene un familiar con la misma condición.
Diagnóstico
Por lo general, el diagnóstico de la enfermedad en la población infantil incluye el examen físico, el historial de salud y las pruebas diagnósticas, que pueden ser:
Análisis de sangre: de acuerdo con Stanford Medicine Children 's Health, este análisis se lleva a cabo para ver si el niño tiene menos glóbulos rojos sanos por la pérdida de sangre, es decir, anemia. También analizan la cantidad de glóbulos blancos, si tiene una cantidad alta podría indicar un problema de inflamación.
Cultivo de heces: se realiza para ver si hay pérdida de sangre. También puede controlar si hay una infección causada por un parásito o una bacteria que estén causando los síntomas.
Endoscopia: esta prueba analiza la parte interior del tracto digestivo, es posible que se tomen muestras de tejido o biopsias para analizar.
Colonoscopia: este examen observa la totalidad del recorrido del intestino grueso. Puede ayudar a ver si hay crecimientos anormales, tejido inflamado, llagas o úlceras y hemorragia.
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