Fue el primer evento en Puerto Rico enfocado exclusivamente en revisar y actualizar guías clínicas para el manejo de enfermedades gastrointestinales.
Por: Mariana Mestizo Hernández
Recientemente se llevó a cabo con éxito la convención 1st Guide to The Guidelines - GI Guidelines Review, un evento académico que reunió a destacados gastroenterólogos para revisar y discutir las guías clínicas más recientes relacionadas con enfermedades gastrointestinales.
Durante la jornada, además del componente científico, se destacó la integración de un enfoque social y comunitario, promovido por la Asociación Puertorriqueña de Gastroenterología.
"Esta es la primera convención donde discutimos guías. Nosotros hacemos todos los años nuestra convención, pero en años alternos hacemos esta convención de verano, donde, aparte de que aprovechamos para hacer algo académico, invitamos a los familiares, a los miembros de la asociación. Así que es una actividad familiar, y los conferenciantes son todos locales", destacó el Dr. Kermit Richiez, gastroenterólogo y presidente de la Asociación Puertorriqueña de Gastroenterología.
Las guías clínicas, protagonistas de la jornadaAdemás de destacar el componente familiar y académico del encuentro, el Dr. Richiez subrayó la relevancia del contenido abordado en esta edición. Por primera vez, el foco central giró en torno a las guías clínicas como herramienta clave para estandarizar el manejo de múltiples condiciones gastrointestinales.
"Esta es la primera vez que hacemos algo sobre las guías. Las guías, o guidelines, como dice el título de la conferencia, son lo que nos enseña cómo manejar ciertas condiciones. Así que todas las condiciones que estamos discutiendo hoy tienen unas guías que se consideran como el standard of care", explicó.
Inteligencia artificial en gastroenterología
Por otro lado, el experto mencionó uno de los temas que generó mayor interés fue la aplicación de inteligencia artificial en la práctica gastroenterológica. Tecnologías como el Deep Machine Learning ya se están utilizando en Puerto Rico para mejorar la detección de pólipos precancerosos durante colonoscopías, mediante algoritmos entrenados para reconocer patrones sutiles que incluso pueden pasar desapercibidos al ojo humano.
Estas herramientas no solo aumentan la precisión diagnóstica, sino que elevan los estándares de calidad en la prevención del cáncer colorrectal, una de las prioridades médicas en la isla.
Medicina personalizada: adaptar el tratamiento a cada paciente
A su vez, el evento ofreció un espacio para reflexionar sobre la importancia de adaptar los tratamientos a las características individuales de cada paciente. La Dra. María Ríos, gastroenteróloga, explicó que la medicina personalizada es clave en el abordaje actual de muchas patologías digestivas.
"Hay factores importantes para personalizar, y uno es el de la enfermedad en sí y el otro es el del paciente. Ningún paciente cae dentro de una cajita mágica donde podamos dirigir todo el tratamiento regular para todos. Es importante considerar qué condición tiene el paciente y cuáles son sus particularidades en términos de edad, preferencias y otras condiciones que puedan afectar su salud", señaló.
Además, subrayó que más allá de la evidencia clínica disponible, el tratamiento debe alinearse con la realidad y expectativas del paciente. Desde su disposición a tomar medicamentos orales, hasta su preferencia por terapias intravenosas o inyectables, cada decisión requiere una evaluación cuidadosa y centrada en la persona.
Enfermedades inflamatorias: un panorama cambiante en la isla
Adicionalmente, la Dra. Esther Torres, gastroenteróloga y directora de la Fundación Esther A. Torres Pro Enfermedades Inflamatorias del Intestino (FEAT), abordó la creciente incidencia de estas patologías en Puerto Rico, con un llamado de atención sobre su comportamiento epidemiológico. Según explicó, enfermedades como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn están dejando de ser exclusivas de la población joven.
"Estamos viendo un aumento considerable, incluso en poblaciones que antes no se afectaban. Hay más casos en niños pequeños, incluso infantes, y también en personas mayores. Estas condiciones eran típicas en adolescentes y adultos jóvenes, pero ahora las vemos a lo largo de todo el espectro de edades", afirmó.
La experta destacó que, aunque no existe una causa única identificada, se trata de enfermedades multifactoriales en las que influyen tanto factores genéticos como ambientales. En particular, señaló que el uso excesivo de antibióticos en la infancia y los cambios en la composición del microbioma intestinal se asocian a un mayor riesgo de desarrollar estas patologías inflamatorias. La alimentación y otros elementos del entorno también juegan un papel clave en el desarrollo y progresión de la enfermedad.
Biomarcadores como nueva herramienta para el seguimiento clínico
Asimismo, el Dr. Juan Marqués Lespier, gastroenterólogo, profundizó en los avances recientes en el manejo de la enfermedad de Crohn, destacando la incorporación de biomarcadores como una herramienta clave para el seguimiento clínico. Esta innovación, que empezó a ser recomendada en 2024, permite una evaluación más precisa del estado del paciente sin necesidad de recurrir inmediatamente a estudios invasivos como la colonoscopía.
"Por primera vez se está recomendando usar biomarcadores, que son medidas que podemos obtener en laboratorio sin necesidad de hacer una colonoscopía o una imagen. Nos permiten saber cómo está respondiendo un paciente a la terapia o si hay inflamación activa, incluso antes de que aparezcan síntomas clásicos como dolor abdominal, sangrado o pérdida de peso", explicó.
Aunque no sustituyen los estudios endoscópicos, los biomarcadores —como la calprotectina fecal y la proteína C reactiva (CRP)— ofrecen una vía para anticipar recaídas o ajustar tratamientos con mayor precisión. El especialista también señaló que la lactoferrina, utilizada anteriormente en casos de Crohn, ha demostrado ser más útil en pacientes con colitis ulcerosa, lo que marca una diferenciación importante en el abordaje de ambas condiciones.
En conjunto, los expertos coincidieron en la importancia de actualizar el conocimiento clínico, incorporar nuevas tecnologías y comprender la individualidad de cada paciente como ejes fundamentales para mejorar el abordaje de las enfermedades inflamatorias del intestino.