La sertralina es un antidepresivo para tratar trastornos como la depresión y la ansiedad, pero puede aumentar el riesgo de pensamientos suicidas en jóvenes, especialmente al inicio del tratamiento, se recomienda una vigilancia médica.
Por: Laura Guio
La sertralina es un antidepresivo de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), frecuentemente recetado para tratar condiciones como la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de estrés postraumático y para aliviar los síntomas del trastorno disfórico premenstrual en mujeres.
Su mecanismo de acción consiste en aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, una sustancia natural que contribuye al equilibrio emocional. Sin embargo, no está exento de riesgos, especialmente en etapas tempranas del tratamiento o tras cambios en la dosis.
Un riesgo que no debe ignorarse
Durante estudios clínicos, se observó que una pequeña proporción de menores de 24 años desarrolló pensamientos suicidas tras iniciar el tratamiento con antidepresivos como la sertralina
Aunque este efecto no se presenta en todos los pacientes y su frecuencia es baja, las autoridades sanitarias, como la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), han emitido advertencias específicas al respecto.
"La salud mental puede cambiar de maneras inesperadas al tomar sertralina, incluso en adultos mayores de 24 años", alerta la guía del medicamento proporcionada por la FDA.
El riesgo es mayor si el paciente o algún familiar tiene antecedentes de trastorno bipolar, manía o intentos de suicidio. Por ello, se enfatiza la importancia de que los familiares o cuidadores conozcan los síntomas de alerta para contactar al médico de inmediato.
Síntomas a vigilarEntre los signos que requieren atención médica urgente se encuentran:
Nuevos episodios de depresión o empeoramiento
Pensamientos suicidas o planes para hacerse daño
Ansiedad intensa, ataques de pánico, irritabilidad
Comportamiento impulsivo o agresivo
Dificultad para dormir y agitación extrema
Durante las primeras semanas de tratamiento, se recomienda que el médico realice un seguimiento cercano del paciente, con visitas frecuentes al consultorio.
Precauciones y uso correctoLa sertralina está disponible en tabletas y como concentrado oral, que debe mezclarse únicamente con ciertos líquidos como jugo de naranja o soda de lima-limón.
El medicamento debe tomarse diariamente a la misma hora, y no debe suspenderse repentinamente sin supervisión médica, ya que podría generar síntomas de abstinencia como náuseas, cambios de humor, ansiedad y confusión.
Antes de iniciar el tratamiento, es fundamental informar al médico sobre:
Alergias, especialmente al látex (en el caso del concentrado oral)
Uso actual o reciente de otros medicamentos, incluyendo hierbas como la hierba de San Juan
Condiciones médicas previas, como enfermedades cardíacas, hepáticas o convulsiones
Si está embarazada o en periodo de lactancia
Los efectos secundarios comunes incluyen náuseas, diarrea, insomnio, fatiga, disminución del apetito, mareos y disfunción sexual. Sin embargo, también puede ocasionar efectos más graves, como convulsiones, hemorragias inusuales, sarpullido severo o síntomas del síndrome serotoninérgico.
En niños, el uso de sertralina podría afectar el apetito y el crecimiento, por lo que el pediatra debe monitorear regularmente su desarrollo.
Recomendaciones finalesAntes de iniciar un tratamiento con sertralina —o cualquier antidepresivo— se debe tener una conversación profunda entre el médico, el paciente y sus familiares para evaluar los beneficios frente a los riesgos. No tratar una enfermedad mental también conlleva riesgos considerables, incluyendo el suicidio.
Para más información, los pacientes pueden consultar la Guía del medicamento en la página oficial de la FDA:
https://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm085729.htm