El estudio mostró que la pitavastatina suprime la producción de la proteína IL-33, reduciendo así la inflamación y el riesgo de cáncer en piel y páncreas.
Por: Valery Cardozo
Un reciente estudio del Mass General Cancer Center ha revelado un potencial beneficio adicional de las estatinas, medicamentos tradicionalmente usados para reducir el colesterol. Los investigadores descubrieron que las estatinas pueden bloquear una vía que contribuye al desarrollo del cáncer en el contexto de la inflamación crónica.
La pitavastatina, una estatina común, suprime la proteína IL-33 asociada a la inflamación crónicaEl estudio, publicado en Nature Communications, demostró que la pitavastatina, una de las estatinas, suprime la producción de la proteína interleucina-33 (IL-33). Esta proteína desempeña un papel crucial en la inflamación crónica, la cual está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar cánceres en la piel y el páncreas.
El equipo de investigación, liderado por el Dr. Shawn Demehri, llevó a cabo una serie de experimentos utilizando líneas celulares, modelos animales y muestras de tejido humano. Además, analizaron datos epidemiológicos de una base de datos que abarca a más de 200 millones de personas. Los resultados indicaron que el uso de pitavastatina se asoció con una reducción significativa en el riesgo de pancreatitis crónica y cáncer de páncreas.
Estos hallazgos sugieren que las estatinas podrían utilizarse como una estrategia preventiva eficaz y segura contra ciertos tipos de cánceres relacionados con la inflamación crónica. Esto es particularmente relevante dado el uso generalizado de las estatinas para el control del colesterol, lo que podría facilitar su aplicación en la prevención del cáncer.
Las estatinas, ampliamente utilizadas para controlar el colesterol, podrían ser una herramienta preventiva contra el cáncer
El Dr. Demehri y su equipo planifican explorar más a fondo el impacto de las estatinas en otros tipos de inflamación crónica y continuar investigando nuevas aproximaciones terapéuticas para suprimir la inflamación que puede llevar al desarrollo del cáncer. Este avance abre la puerta a potenciales tratamientos que no solo aborden el cáncer, sino también las condiciones inflamatorias que pueden precederlo.
El descubrimiento de los efectos de las estatinas en la reducción de la inflamación y, por ende, del riesgo de cáncer, podría transformar las estrategias preventivas y terapéuticas en oncología.
Al utilizar un medicamento ampliamente conocido y estudiado, como las estatinas, se podría ofrecer una nueva herramienta para combatir la inflamación crónica y prevenir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, mejorando así los resultados para los pacientes y reduciendo los costos de atención médica a largo plazo.
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