Un nuevo estudio sugiere que las personas mayores que toman estatinas tienen una menor probabilidad de desarrollar parkinsonismo más adelante en comparación con las personas que no toman estatinas.
Los síntomas principales de esta enfermedad empiezan con el arco senil en el iris, que es una clase de alcohol lechoso que se ve en el iris de algunas personas.
Este medicamento reduce la enfermedad cardiovascular y mortalidad que superan el modesto aumento en el riesgo de diabetes tipo 2 en pacientes con artritis reumatoide.