Los hallazgos sexuales en niñas antes de los 8 años y en niños antes de los 9 años son síntomas de la pubertad.
Por: Luisa Ochoa
La pubertad, que marca la transición de la infancia a la adultez, a menudo se asocia con la adolescencia. Sin embargo, según la Dra. Marina Ruiz, es fundamental estar alerta a las señales tempranas de la pubertad en niños y niñas, ya que algunos de estos signos pueden aparecer antes de lo que se considera "normal".
"La pubertad cada vez se está viendo más temprano, pero todavía por investigación, el diagnóstico es cuando se evidencie cualquier hallazgo secundario sexual antes de los 8 años en las niñas y antes de los 9 años en los varones. No es normal que una niña menstrúe a los 8 años, eso es un inicio de las señales de pubertad", afirmó.
Señales de pubertad central y periférica
La especialista explicó que existen dos tipos principales de pubertad: central y periférica. En las niñas, la pubertad central se manifiesta con el crecimiento de los senos, que generalmente comienza después de los 8 años y culmina con la menarquia dos o tres años después.
Por otro lado, la pubertad periférica incluye signos como olor corporal, vello púbico y acné. Si estos signos aparecen antes de los 8 años, pueden ser indicativos de una condición médica subyacente que requiere evaluación.
Pubertad en los niños
En el caso de los varones, la pubertad es un proceso más discreto. El crecimiento de los testículos es uno de los primeros signos, junto con vello púbico, olor corporal y acné. Es importante destacar que los estudios muestran que menos niños son llevados a las clínicas de endocrinología pediátrica y reciben menos tratamiento en comparación con las niñas.
"Un varón es más compilado, de hecho los estudios demuestran que son menos los varones que llegan a las clínicas de endocrinología pediátrica y que reciben menos tratamiento. En los varones el crecimiento de los testículos es la primera señal de una pubertad verdadera", indicó.
Así se diagnostica la pubertad precoz
El diagnóstico de la pubertad temprana se basa en un examen físico completo, ya que algunas de las áreas afectadas solo pueden ser detectadas mediante el tacto y la observación. Además, el olor corporal a menudo es una preocupación inicial de los padres.
Cabe mencionar que la curva de crecimiento también se evalúa cuidadosamente, y se realizan análisis de laboratorio para confirmar la presencia de cambios hormonales asociados con la pubertad.
La Dra. Ruiz enfatiza que, si los padres observan signos preocupantes en sus hijos, no deben dudar en buscar la evaluación de un especialista en endocrinología pediátrica para obtener orientación y atención médica adecuada.
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