La nutricionista explica que algunas condiciones de salud en etapas adultas se pueden prevenir en los primeros años de vida.
Por: Luisa Ochoa
Durante feria de la salud llamada ‘ExpoSalud’, llevada a cabo en Plaza las Américas, la Lcda. Wanda González, nutricionista y dietista, explicó que diversas condiciones de salud que se presentan en etapas adultas, se pueden prevenir en etapas tempranas, es decir, en los primeros años de vida. Una de ellas es son los problemas metabólicos como sobre peso y la obesidad, que lo padece el 30 % de la población pediátrica puertorriqueña.
“Muchas veces esas condiciones provienen desde etapas tempranas, con el alimento que le estamos dando a los niños, en el que se forman los músculos, los huesos, los órganos para que se puedan desarrollar adecuadamente, así que la alimentación de los niños es un tema de prevención a futuro”, señaló.
Asimismo, resaltó que es importante la planificación y tener la accesibilidad de alimentos saludables, para darle a los niños considerando la etapa de su ciclo de vida. “Si es un infante, en estos primeros seis meses, la alimentación exclusiva será la leche materna, en caso de que el niño no puede ser lactado tenemos las fórmulas especializadas encargadas de aportar las vitaminas y minerales que necesita, en el caso de una edad mayor se maneja la alimentación complementaria”.
Por otro lado, el alimento con leche materna puede ir desde los 6 hasta los 8 meses, teniendo en cuenta la evaluación del niño o niña. Al respecto, la Licenciada afirmó que, “en este periodo el niño quizás debe pesar un aproximado de 13 libras, quizás si es un niño lactado, que lacte aproximadamente 12 veces al día, si es de fórmula, que consuma aproximadamente 32 onzas y el niño debe de mantenerse sentado por el mismo, de igual manera debe poder sostener la cabeza y si uno le da con una cuchara que pueda hacer ese tragado de los alimentos, si esto no se ve, pues ahí tenemos que retrasar la integración de los alimentos complementarios”.
Además, enfatizó que es fundamental que ese primer alimento que sea integrado, es decir, que no sea mezclado, por ejemplo: si es un cereal que no sea mixto, para de esta manera ir evaluando la tolerancia a esos alimentos.
En ese sentido, mencionó que el exceso de azúcar predispone al sobrepeso y la obesidad. “Cuando comenzamos a incorporar en los niños los cereales, los purés de fruta, el método en que condimentamos no podemos añadirle azúcares adicionales o condimentos porque estamos sobrestimando las papilas gustativas a ese tipo de alimentos” añadió la Licenciada.
También mencionó el consumo de bebidas azucaras, que no le aportan ningún beneficio nutricional a los niños, y sobre la ingesta de jugos naturales, recomendó buscar alternativas como dar la fruta entera, no licuarla. “La cantidad de azúcar que le estamos dando a nuestros niños es demasiada”, agregó.
“Los papas y cuidadores juegan un rol activo en modelar estos hábitos alimenticios en los niños. A veces escuchamos cosas como: deja que el niño se coma ese dulce, deja que se coma ese bizcocho, pero lo que estamos realmente es predisponiendo al menor a que a mayor edad consuma más porciones y eso no tiene ningún aporte nutricional al organismo” enfatizó.
En el caso de la diabetes, se está evidenciando los pacientes pediátricos con obesidad o sobrepeso pueden desarrollar resistencia a la insulina y esto conlleva a la diabetes tipo 2, que está relacionada con los hábitos de vida.
Finalmente, sobre la actividad física recomendó que los niños realicen 3 horas de actividad o movimiento, ya sea como el gateo o levantarse, y “para niños mayores de cinco años tratamos de que sea 60-2 todos los días de la semana”, y limitar las actividades sedentarias como los videojuegos y el uso de tabletas electrónicas a no más de dos horas en el día, aunque especifica que no es la norma, hay que evitarlo.
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